En más de una ocasión muchos se preguntan sobre la verdadera utilidad de la inteligencia artificial y cuáles pueden ser sus usos a lo largo de los distintos campos tecnológicos. Por ejemplo, en la última semana se ha conocido su implementación en el campo de la medicina y específicamente en el análisis de la condición cardiovascular de las personas, aunque de momento los resultados son difíciles de explicar.
Específicamente el estudio llevado a cabo permite saber cuál es el riesgo de un usuario de morir en el lapso de un año debido a problemas cardíacos, todo mediante un algoritmo de inteligencia artificial que analiza el cardiograma de una persona. La particularidad es que se han encontrado problemas sobre pruebas que para los doctores lucen con total normalidad y la explicación aun es un misterio.
¿La inteligencia artificial falla en estas pruebas?
Inteligencia artificial ya se prueban en el campo de la saludRepasando las características de este proyecto, el mismo se ha llevado a cabo por Brandon Fornwalt, un especialista en la salud de la ciudad de Geisinger en Pennsylvania, Estados Unidos. La implementación de IA se realizó sobre un total de 1.77 millones de electrocardiogramas sobre casi 400,000 personas para predecir quién de ellos tiene un mayor riesgo de muerte en el próximo año.
Un electrocardiograma analiza la actividad eléctrica del corazón y en esta ocasión se pusieron a prueba dos versiones del algoritmo con IA, uno que solo mensuraba el voltaje a lo largo del tiempo y otro que combinaba esta información con la edad y el sexo del paciente.
La performance de este estudio, el cual ha utilizado una métrica conocida como AUC (mide qué tan bien el modelo distingue entre dos grupos de personas), permitió saber quién de los analizados podría morir y quién no a lo largo del siguiente año. La inteligencia artificial siempre dio un puntaje por encima de 0,85, significando un resultado perfecto 1 y 0,5 una indicación de no distinción entre ambos grupos.
En conclusión, la predicción en base a IA indicó riesgos de muerte para personas a las que los cardiólogos aseguran tener electrocardiogramas correctos, e incluso, estos doctores aún no han podido comprender cuál son los patrones de esos estudios que el algoritmo puede haber detectado como elementos de peligro.
De esta manera, todavía queda mucho por investigar al respecto de la inteligencia artificial antes de ponerle en práctica, pues así como su implementación puede ser incorrecta también podría enseñar información que se ha malinterpretado por las personas durante décadas.
Vía / NewScientist
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