Apalancada

Así estoy con el blog desde hace por lo menos dos meses. No es por falta de cosas que contar, simplemente tengo pocas ganas de escribir y he intentado disfrazar mi ausencia con "falta de tiempo". Paso de engañarme más, es verdad que ahora tengo mil trabajos que presentar para la universidad y mucho que estudiar, pero si algo me gusta de verdad saco tiempo hasta de debajo de las piedras para poder dedicarle unas horas. El problema es que ahora mismo estoy cansada del blog, no hay ganas de sacrificar un rato al día para hacer eso que desde hace poco más de dos años he hecho con entusiasmo y alegría, a pesar de los bajones que siempre se tienen de vez en cuando.
Me he dado cuenta de que este bajón no es pasajero como los demás, hace ya mucho que llegó y no se acaba de marchar. Hice un cambio de diseño radical para ver si las cosas mejoraban y me sentía más a gusto, y aunque al principio todo fue felicidad y ganas, las cosas no tardaron en volver al mismo punto en el que estaban y al poco tiempo volvía a estar cansada de mi gato de terciopelo. Llevo días en los que me meto a la ducha y se me eterniza el rato pensando en si dejar el blog o no (hay que ver lo que da de sí una ducha para plantearte cosas) y me voy a la cama dándole vueltas al tema y haciendo balances entre las cosas positivas y negativas que tiene esto. Las cosas buenas superan con creces a las malas pero no son suficientes para hacerme avanzar. No se que hacer. Abrir el blog es una de las mejores decisiones que he tomado y nunca me arrepentiré, gracias a el he conocido gente maravillosa y he descubierto lo mucho que adoro este mundo 2.0, pero ha llegado un punto en el que igual lo mejor es decirle adiós,
Hay una cosa que tengo muy clara: no quiero dejar de escribir en un blog, me encanta demasiado. Así que si al final Velvet Cat se estanca y no encuentro las ganas de seguir tendré que poner en marcha otro proyecto. Igual es eso lo que necesito para recuperar la ilusión, empezar de cero. Queda poco para terminar el año y enero sería un buen momento para empezar o para seguir, por eso este mes voy a ordenar mis pensamientos para decidir de cara al 2016. ¿Sigo con mi gatito o arriesgo a empezar una nueva aventura en forma de blog? Si empiezo de cero se que la temática sería parecida y puede parecer una chorrada "porque para eso lo escribes en Velvet Cat y ya está", pero ¿y si lo que necesito para recuperar las ganas es un cambio de aires?
Ahora mismo todo está en las nubes, pero quería que supierais el porqué de este parón. El próximo post será un nuevo comienzo en Velvet Cat o una despedida, me da mucha pena pero a veces lo veo como única opción.
Un besazo gigantesco y gracias por estar ahí a pesar de que yo no esté, gracias por todo lo que me habéis dado estos dos años largos. Os quiero muchísimo, aquí o en lo que venga después.