El río de la fotografía es el Liffey a su paso por Dublín. Liffey significa vida en irlandés y este lugar esta precisamente lleno de eso, de vida. La ciudad en su conjunto es mágica, repleta de rincones adorables por descubrir y con un encanto único, me atrevería a decir que es uno de los lugares más bonitos que he visitado. Tengo marcada fecha en el calendario para volver otro día a mediados de diciembre y las ganas de cruzar puentes y recorrer sus calles otra vez son inmensas.
¿Habéis estado en Dublín? ¡Pasad un buenísimo fin de semana!