1. Chat: El "tocapelotas" facebuquero es conocido, principalmente, por su intro incansable. Sí, esa tecla que toca una y otra vez para mandarte mensajitos por el chat: frases, oraciones, tonterías, bobadas, minucias o incluso petiones de socorro que nunca, nunca, nunca, contestas.. Pero aún así te sigue hablando.
2. Fotos: No sabemos quién fue el iluminado que le regalo una cámara al tocapelotas facebuquero, pero el caso es que la tiene. Y también el caso es que se la lleva a todos los sitios a los que va contigo. Espera cual documentalista de National Geographic a pillarte en un renuncio y, ¡zas! te lo caza en una foto y la sube al Facebook. Sales borracho, disfrazado de algo que querrías olvidar, recién despertado, recién salido de la ducha.. le da igual. Cuanto más denigrante mejor. Y te etiqueta en Facebook para que te vean todos tus amigos. Así de majo.
3. Eventos. Te frie a eventos. Esto ya lo hemos puesto en otros posts, pero es que los eventos fastidian y mucho. A ver, ¿si vives en Madrid que más te da que mañana haya una cata de Vodka en Siberia o que vayan a conmemorar el avistamiento del primer diablo de Tasmania en Australia? ¡Te da igual! Y las fiestas del pueblo del tocapelotas también, ¡¡y lo mismo pasa con sus cursos de salsa cuando sabe que tienes menos movilidad que un click de playmobil!! Tú le dices que deje de mandártelos pero a él le da igual, es una de las razones por las que le llamamos tocapelotas virtual.
4. Su vida no es tan interesante y lo sabes. Y lo mejor de todo es que él lo sabe también. Y aún así inunda tu tablón con sus chorradas. Que si se va a la siesta, que si se va a comprar, que si se pone a ver una serie, que si ya la ha visto, que si mira qué guapo se ha levantado hoy... Un consejo, Mándale un privado con esta direccion: www.twitter.com (¡Así al menos que le aguanten otros!
5. Estados. A ver, todos alguna vez hemos puesto ese estado en forma de indirecta velada hacia esa persona que esperas que se dé por aludida. Son estados muy pero que muy pensados, en los que te dejas varias neuronas para que, sutilieza por bandera, digan sin decir lo que sientees entrando directo en el corazoncito o en la buena-mala conciencia de aquél que esperas que lo lea porque... ¡va para él y sólo para él! Pues bien, llega el tocapelotas facebuquero y te lo fastidia escribiendo alguna tontería.
8 de cada 10 expertos preguntados recomiendan realizar esta acción:
Los otros dos restantes salieron corriendo a por el "tocapelotas" en cuestión :P