Los objetivos gran angular son ideales para fotografiar un área muy extensa de un paisaje o cualquier plano de grandes extensiones que se encuentre delante del objetivo.
El ángulo de visión que alcanza este objetivo es superior al de los 45º, ofreciendo una mayor profundidad del campo. Por tanto, abarcamos mayor porción de escena desde una distancia inferior (gracias a su mayor ángulo de visión), lo cual facilita al fotógrafo el poder sacar fotografías de objetos grandes desde cerca. Esto es muy habitual en fotografía de interiores.
Esta clase de objetivos, en ocasiones, pueden crear una ilusión óptica llegando a distorsionar el tamaño real y verdadero de los objetos (principalmente si el sujeto que estás fotografiando se encuentra cerca), haciendo ver que estos se encuentran mucho más lejos de lo que están. En la visualización o toma a traves de este objetivo los objetos más cercanos se aprecian exageradamente grandes, mientras que los más distantes parecen trasladados o empujados hacia atrás y más pequeños de como son realmente.
Ojos de pez
Por su parte, el objetivo ojo de pez es una forma especial de súper gran angular, cuya distorsión (a veces deliberada) se asemeja a una imagen reflejada en una esfera, alcanzando ángulos de visión de unos 180°. Se diferencian dos tipos: los que abarcan toda la superficie de exposición (película o sensor) formando por tanto imágenes rectangulares, y los que forman una imagen circular.