La característica se llama "Igualar Color" y para conseguirla simplemente tienes que cargar desde Photoshop dos cosas: tu fotografía y la imagen del cuadro cuyos colores desees conseguir. A continuación, asegúrate que tu fotografía esté en la ventana activa y acude al menú Imagen->Ajustes->Igualar Color, selecciona la imagen de la pintura como fuente (patrón) de color y, si lo deseas, desliza las barras de configuración que verás al pie para modificar los ajustes por defecto.
¿Fácil, verdad? Si lo pruebas, no dudes en enviarnos tus resultados ;)
¿Que les ha parecido? ¿Se animarían a utilizar estas paletas de colores?