Actualmente una de las grandes ventajas que tiene un redactor es la posibilidad de acceder a un gran número de recursos y herramientas online que facilitan su labor.
Por supuesto la cantidad no hace a la calidad, pero nuestras necesidades sabrán ser consejeras de que aplicación es más efectiva que otra para realizar nuestra tarea.
Herramientas fundamentales para el redactor
Lo primero y más importantes es tener un buen ordenador o portátil, e incluso puede ser una buena idea el comprar un mini laptop, ya que este es más ligero y fácil de transportar, ya que una buen consejo sería el de ir a lugares que nos inspiren para redactar.
Es fundamental también el trabajar con un buen procesador de texto. Esta herramienta tiene su aparición desde la primera PC de escritorio y permite automatizar nuestra escritura en cuanto a márgenes, sangrías, espacios, tipo de fuente, cuerpo de la fuente (tamaña), colores, párrafos, etc. Con el paso de los años y las nuevas necesidades que iban surgiendo, fundamentalmente hiperlinks (enlaces), interacción con bases de datos, correos electrónicos, imágenes, etc. se fueron sumando opciones solicitadas por los propios usuarios, quienes fueron y son los mejores tester de estas aplicaciones. Estos avances, son valiosos recursos para redactores online que nos permiten ir más allá del texto puro y nos brinda la posibilidad concreta de diseñar periódicos, revistas, presentaciones y hasta páginas web.
Seguro que tienes multitud de textos guardados en tu ordenador que aún no has publicado ¿No tienes miedo de que se pierdan o borren? Una gran solución sería la de conseguir en internet espacios virtuales de almacenamiento (discos virtuales), muchos son gratuitos lo que se transforma en una gran ayuda. Esto también lo utilizamos como backup (copia de seguridad) y nos evita la molestia de trasladarnos de un lugar a otro con algún dispositivo de almacenamiento ya que con cualquier ordenador conectado a internet accedemos a nuestro disco virtual.
Un recurso online imprescindible para los redactores son los diccionarios, y acceso al diccionario de la Real Academia Española, para disipar cualquier duda respecto al texto en el que estamos trabajando no solo en ortografía, sino también en gramática, sinónimos, modismos, etc.
Las webs que hacen un chequeo sobre la duplicación de los textos son muy interesantes y ayudan tanto al contratista como al redactor, el plagio es una constante y en páginas webs sabremos si alguien ha publicado sin autorización nuestro trabajo.
El acceso a buscadores nos brindan documentación e información que debemos saber apreciar a la hora de redactar, la auto documentación es esencial.
Por último hay que usar los traductores ya que nos permiten, entre otros beneficios, conocer opiniones y documentos de otras culturas sobre un tema, ampliando nuestros conocimientos y por ende nuestra capacidad final a la hora de redactar.
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