Uno de los grandes problemas con el que nos encontramos a la hora de comprar una impresora es la necesidad de comprar cartuchos de tinta para poder imprimir nuestros documentos.
Por norma general, cuando compramos una impresora ésta trae consigo lo cartuchos necesarios para comenzar a trabajar con ella. Lo usual, dependiendo del modelo, es que venga acompañada por un cartucho de tinta negra y otro de color.
De esta manera, nos aventamos a imprimir todo tipo de documentos, sin saber que en poco tiempo, nuestros cartuchos ‘de serie’ ya no tendrán más tinta, por lo que debemos acudir a la tienda en busca de un reemplazo. Buscamos los cartuchos correspondientes a nuestra impresora y la gran sorpresa nos la encontramos cuando llega la hora de pagar: para nada pensábamos que imprimir unas cuantas hojas de papel podía resultar tan caro.
Comienza entonces el momento de buscar alternativas y entre éstas nos encontramos con la solución de los cartuchos compatibles: ¡son mucho más baratos!
Pero, ¿en verdad estamos ahorrando al sustituir los cartuchos originales por sus correspondientes compatibles?
Según la mayoría de los usuarios, uno de los principales problemas que podemos encontrar con los cartuchos compatibles es que al parecer contienen menos cantidad de tinta que los originales o, al menos, que es difícil saber con exactitud la cantidad de tinta que contienen. En el caso de los cartuchos originales estas cantidades están bien definidas.
Aunque, en algunas oportunidades debido a problemas con el diseño, puede que se desperdicie más tinta (esto se puede comprobar si al abrir nuestra impresora encontramos su interior todo manchado).
Por otro lado, los cartuchos originales poseen, efectivamente, precios demasiado altos. De hecho hay estudios que han venido a equiparar la tinta para impresoras a artículos de lujo, demostrando que un litro de tinta de impresora tiene un mayor coste que un litro de Chanel Nº 5. Y aun así los cartuchos compatibles mantendrían precios extremadamente altos.
Ante esto ha surgido la opción de utilizar cartuchos rellenables, lo que puede resultar una excelente solución al problema del coste excesivo de los cartuchos originales, sin embargo, estos cartuchos rellenables pueden presentar un problema de acumulación de residuos tras varias recargas, que repercutirá negativamente en el resultado final de nuestro trabajo.
Otra cuestión que habría que valorar a la hora de elegir entre cartuchos originales o compatibles es que los fabricantes de los originales conocen perfectamente la especificaciones de las impresoras en las que se van utilizar sus cartuchos, como puede ser la temperatura adecuada de salida de tinta, por lo que los resultados, en la mayoría de las ocasiones, suelen ser mejores que cuando utilizamos cartuchos compatibles.
Una cuestión en la que no muchos caen es el gramaje del papel utilizado. Muchas veces responsabilizamos el resultado de nuestro trabajo a la calidad de nuestros cartuchos, sin darnos cuenta que de acuerdo al papel que utilicemos lo que imprimimos tendrán los colores y niveles de contraste que buscamos.
El mejor consejo que podemos ofrecer ante este dilema es que busquemos las mejores ofertas . En Internet encontramos multitud de webs como ésta que venden consumibles informáticos, tanto originales como compatibles, y algunas de estas webs presentan precios realmente competitivos respecto al resto. La ventaja de dar con un establecimiento de confianza es que sabrán asesorarnos adecuadamente y podrán ayudarnos en nuestra elección. Y si además de este asesoramiento encontramos ofertas al comprar cierta cantidad de cartuchos, pues mejor que mejor.