Si te parece bien, voy a intentar explicar su funcionamiento de forma sencilla, para que cualquiera pueda entenderlo y tener, al menos, una noción básica de lo que es un EPM.
¿Cuál es su origen?
El EPM se descubrió, por así decirlo, de forma accidental. El 9 de julio del 62 el ejército de EEUU detonó una bomba nuclear de 1,44 megatones a unos 400 kms de altura sobre el Océano Pacífico. El proyecto, denominado Starsfish Prime, se habría convertido en un test nuclear más sino fuera por un detalle: el campo magnético de la Tierra se vio alterado, y varios satélites empezaron a fallar sin ninguna explicación. En el 'suelo' también se notaron sus efectos: en Hawai hubo multitud de problemas eléctricos sin explicación, como farolas fundidas, estaciones de teléfono quemadas, etc.
A los americanos les siguieron los rusos con pruebas similares, y todos se dieron cuenta de que habían descubierto un arma más poderosa que los artefactos nucleares, una bomba capaz de destruir todos los aparatos eléctricos de un continente en sólo 1 segundo.
¿Cómo funciona el HEMP?
Ya que ni tú ni yo somos físicos nucleares, explicaré a modo de parvulario cómo funciona un HEMP. Para hacerla funcionar, sólo se necesitan dos cosas: un cohete balístico y una bomba nuclear. El cohete llevará el artefacto a una gran altura (desde 100 km hasta más de mil), y allí se producirá la reacción nuclear. Esta explosión libera de golpe una cantidad desmedida de rayos gamma. Si dicha explosión se hubiese producido en el suelo (por ejemplo, Hiroshima) los átomos del aire habrían absorbido dichos rayos gamma produciendo una gran cantidad de calor (uno de los efectos más devastadores de una bomba nuclear).
Pero al explotar fuera de la atmósfera, estos rayos gamma campan libremente a sus anchas ya que no existen átomos del aire. La mayor parte de estos rayos se perderán por el espacio, pero unos pocos chocarán contra la atmósfera terrestre, creando todo un ejército de electrones libres de alta energía que empezarán a girar a la velocidad de la luz sobre las bandas magnéticas de la Tierra. Esto creará un inmenso pulso electromagnético de proporciones gigántescas que puede llegar a barrer en cuestión de segundos un continente entero. Como consecuencia, se generará una gran aurora boreal que le da el nombre de 'bomba del arco iris'.
El EPM estará formado por tres componentes: los dos primeros, llamados E3 y E2, son los menos dañinos, y pueden ser atrapados por sistemas de protección como un pararrayos (su carga es similar a la de un rayo). El problema viene con el tercer componente, el E1, que es el encargado de destruir todo aparato eléctrico, ya que es tan fugaz y potente (hasta 50.000 voltios por metro) que es prácticamente imposible que un aparato dentro de su alcance no quede fundido.
¿Cuáles son sus consecuencias?
En una palabra: terribles. Si nuestro país sufre un ataque HEMP, en el momento de la detonación no notaremos nada (a menos que algún aparato reciba tal carga eléctrica que llegue a explotar), pero podemos estar seguros de que la vida, tal y como la conocíamos hasta ese momento, va a cambiar de forma radical. No habrá electricidad, no funcionarán las comunicaciones, el suministro de agua se cortará, la mayor parte de los coches no funcionarán (sólo lo harán aquellos que sean muy antiguos y no dependan de la electrónica para circular)...
Es decir, que retrocederemos prácticamente un siglo. Miles de personas morirían en cuestión de minutos, ya que caerían cientos de aviones, de helicópteros, se producirían gran cantidad de accidentes de tráfico... Un caos al que no se le podría poner remedio, ya que no habría equipos de rescate y los hospitales no tendrían a penas recursos para atender a los heridos. Tampoco se podrían reparar las centrales eléctricas ya que el equipo necesario sería inservible: la única posibilidad sería la de traer equipos de otros países que no se hayan visto afectados por el HEMP.
Dicen los expertos en temas bélicos que un ataque HEMP sería el preludio de una gran ofensiva nuclear: el país ya no tendría recursos para poder defenderse y repeler un ataque, así que los efectos de un bombardeo nuclear serían catastróficos.
Los ejércitos de todo el mundo trabajan en conseguir un dispositivo HEMP que no necesite una bomba nuclear para funcionar. De momento, existen distintas instalaciones experimentales repartidas por todo el mundo capaces de generar una cantidad importante de rayos gamma sobre la atmósfera, aunque aún están lejos de crear un HEMP a gran escala.
Lo que está claro es que este tipo de armamento es el futuro de la investigación bélica, sobre todo ahora que el tema de las armas nucleares está tan vetado a nivel internacional.
¿Veremos algún día un arma HEMP en funcionamiento? Espero que no.
Os dejo un documental del DC donde hablan de este tipo de armamento.