La duración de una ráfaga debe ajustarse al desarrollo de la acción, de forma que podamos liberar el búfer de datos de la memoria intermedia de la cámara lo antes posible, en previsión de realizar otra nueva ráfaga a continuación.
Respecto a las velocidades o número de capturas por segundo, siempre obtendremos mayor número de tomas utilizando archivos JPEG en vez de disparar en RAW. Esta velocidad también será superior si disminuimos el tamaño o compresión del JPEG.
Si los movimientos de la escena que deseamos capturar son repetitivos, es preferible bajar la velocidad de las ráfagas para evitar así obtener numerosas imágenes prácticamente idénticas.
Recomendamos emplear las ráfagas siempre que existan situaciones que desees capturar en las que resulte difícil predecir cuándo se producirá el instante idóneo para la captura, como en la foto del ejemplo:
Fotografía: LOGOTIPE ART