La regla aplica un fundamento básico, en lugar de situar el foco de interés en el centro del encuadre, lo que conlleva una composición muy estática, hay que hacerlo en una intersección de tercios. Consiste en dividir la imagen en tres tercios imaginarios horizontales y verticales. Los cuatro puntos de intersección de estas líneas (llamados puntos fuertes) fijan los puntos adecuados para situar el punto o puntos de interés de la foto, alejando éste del centro de la fotografía.
Esta técnica deriva de la Sección Áurea, que establece la división del rectángulo en partes proporcionales, agradables a la vista y consecuentemente de la imagen que contenga, y es seguramente la regla de composición más conocida y válida tanto para la fotografía como para la pintura y el resto de las artes. La aplicación más común de la regla de los tercios está en situar el horizonte.
En lo que se refiere a esta regla, se dice que hay que ubicar el horizonte en la línea inferior, a 1/3 para darle prioridad al cielo o en la línea horizontal superior, a 2/3 para darle prioridad a la tierra. Esta regla es de aplicación tanto en fotografías apaisadas (horizontales) como verticales. Situar los elementos principales de una composición en los tercios, y especialmente en la intersección de los tercios, ayuda mucho en la composición y mejorará inmediatamente las composiciones.
Al pie te mostramos algunos ejemplos que te servirán de ayuda para comprenderla fácilmente: