En la actualidad, con todos los avances registrados en el mundo de la robótica no resulta descabellado pensar en sexo y amor entre robots y humanos. Más teniendo en cuenta que en el mundo se han celebrado diferentes congresos alrededor de este tema. Incluso existe una mujer que afirma que se casaría con su robot. Por otro lado, algunas voces se alzan para recalcar los problemas de estas tendencias, como por ejemplo que este tipo de robots contribuyen a perpetuar la visión de las mujeres como objetos.
Los robots: los amantes del futuro
Las grandes firmas que se dedican a desarrollar la inteligencia artificial de una u otra forma reseñan que actualmente nos encontramos todavía muy lejos de lograr cumplir cualquier tipo de fantasía de las que aparecen en la ciencia ficción en las que los humanos tratan a los robots como sus propios iguales. Actualmente que las máquinas tengan consciencia o que se pueda compartir con ellas el amor o la amistad es sin duda una utopía, pero, desde otros puntos de vista estas ideas parecen posibles.
La robofilia, por extraño que parezca existe de verdad. Uno de los casos más conocidos en el mundo es el de una mujer francesa que dice que se siente atraída sexualmente por los robots desde que tenía 19 años, y que en cambio no le gusta tener contacto físico con la gente. Además, esta mujer también afirma que incluso se casaría con el robot que creó por impresión 3D. Es bastante probable que este caso se considere una parafilia del siglo XXI que aún no está extendida, pero realmente también podría ser una evolución del placer mediante juguetes sexuales, puesto que realmente no hay mucha diferencia entre usar un vibrador y mantener relaciones con un robot. Básicamente la diferencia es sobre todo psicológica.
Pero la psicología es tan importante que muchos estudiosos han pasado a estudiar las implicaciones de esta realidad latente. Así, desde algunos años se celebra un Congreso Internacional de Amor y Sexo con robots en Reino Unido. En el último de ellos se debatió desde el matrimonio con robots hasta el trasfondo ético del sexo con estas máquinas, teniendo en cuenta cómo podría afectar al mundo de la prostitución o a los derechos de los robots.
Hay quienes afirman, como el autor del libro Amor y Sexo con robots (que también da nombre al congreso), David Levy, que los matrimonios con robots sin duda serán legales mucho más pronto de lo que parece, quizá incluso en el año 2050 y que será una forma en que las personas podrán alcanzar la felicidad junto a una pareja ideal. Gracias al desarrollo de tecnologías como la realidad virtual o la inteligencia artificial se cree que sin duda será realmente posible crear un compañero robot excelente.