Es un dispositivo desarrollado por la empresa marbellí Kibo Studios, que permite enviar mensajes con olor a través de un dispositivo móvil o una tableta | Consiste en dos terminales cargados con cartuchos que contienen esencias, así el usuario podrá mezclarlas a través de una gama preestablecida y transmitir el olor que haya compuesto.
La tecnología y olor no parecen conceptos llamados a entenderse. Más bien solemos relacionar la tecnología con algo aséptico, frío, neutro. Hasta que ha llegado oPhone, un dispositivo que permite enviar mensajes con olor a través del teléfono móvil o la tableta.
Qué pensaría si le llegara una foto al WhatsApp con las lentejas que le ha preparado su madre y que pudiera olerlas; o enviar por correo la imagen del ramo de flores que le ha comprado a su mujer junto con su aroma; o ver en su teléfono una foto de su pequeña hija y percibir su olor a niña recién bañada.
Todo esto es posible ya con oPhone, un proyecto en cuyo desarrollo trabaja la empresa marbellí Kibo Studios y que pretende superar las barreras tecnológicas y permitir la comunicación sensitiva a distancia. Detrás de esta tecnología se encuentran David Edgard y Rachel Field, dos profesores de la universidad de Hardvard y el Instituto Wyss, que han creado los dispositivos en los que ahora trabaja Kibo, primera empresa española que ha dispuesto del producto.
Manuel Linares, director de Kibo Studios, explica que oPhone consiste en dos terminales que, cargados con cartuchos que contienen esencias, transmiten el olor que haya compuesto el autor del mensaje, mezclando los que le ofrece una gama preestablecida. Por el momento la primera versión ofrece una gama de unos 10.000 olores distintos (flores, chocolate, brisa marina, ropa recién lavada, perfume?) pero se trabaja en una nueva versión que supere los 300.000 combinaciones olfativas.
La labor de Kibo Studios, que comparte inversores con oPhone, radica ahora, según Linares, en "proponer, aportar, sugerir e investigar" para elaborar nuevas ideas de negocio y desarrollar aplicaciones entorno a este invento. Así, el director ya avanza ideas como que las películas se proyecten con olores distintos en las escenas; coches que detecten el olor corporal y cambie el ambiente del automóvil dependiendo de cada conductor; o libros infantiles que transmitan a los lectores los aromas de lo que cuentan.
Kibo Studios, que es una empresa innovadora que ya ha trabajado en el desarrollo de las Google Glass, está muy interesada en las aplicaciones de este proyecto en relación con niños autistas. La publicidad puede tener un gran aliado en esta futura aplicación. Empresas de perfumes y ambientadores podrían ofrecer anuncios haciendo llegar sus esencias directamente al cliente. Las aplicaciones son infinitas y en ello trabaja la empresa marbellí, que ya ha puesto en marcha otros productos como "Martial Tribes", la primera red social de artes marciales, o "Eyplas", una plataforma de clases particulares de calidad.
El precio de oPhone rondará los 150 euros cuando salga al mercado en 2016 y por el momento sólo podrá usarse con iPhone y iPad. La tecnología avanza tratando de superar sus propias barreras y parece que transmitir sensaciones es uno de sus nuevos retos.