Una de las cosas que sorprendieron al público durante la presentación del S8 fue cuando presentaron Samsung DeX: la capacidad del Galaxy S8 para convertirse en una computadora de escritorio con Android.
Para ello necesita una base llamada DeX Station que cuenta con un conector HDMI para salidad de video a 40K y 30 fps, además de dos puertos USB para conectar el teclado y mouse.
La instalación no puede ser más sencilla: pones el Galaxy S8 en su base previamente conectada a la pantalla y aparece un sistema totalmente distinto a la del teléfono. De hecho, es un entorno de escritorio tradicional para empezar a trabajar. En la demostración se pudo ver cómo se editaba un archivo en Power Point de Office.
Aunque todavía falta por ver más demostraciones de esta tecnología, es un hecho que estos son los primeros pasos para que el smartphone sea el verdadero puente entre móvil y estación de trabajo.
La DeX Station se venderá por separado a un precio no revelado por ahora, pero se cree que podría andar en los $160 dólares.
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