Cada estación del año tiene sus cosas bonitas y en otoño para mi, caminar por las calles llenas de hojas caídas en una delicia.
En estos últimos días ha llovido muchísimo en Barcelona y el aspecto de las calles ya no es lo mismo, pero me dio tiempo a fotografiar esta calle repleta de hojas amarillas que de vez en cuando aún se podían ver junto con algunas pocas verdes.
Al caminar vas oyendo el crujir de las hojas secas y casi no puedes ves las aceras.
Con este suelo tan bonito no podía faltar la foto de mis pies. Era un escenario ideal.
Y los arboles tan bellos con estos colores tan otoñales cambiando su color.
Era imposible no sacar la cámara y empezar a fotografiar.
Un bello paisaje.