Helmut Newton
Hola señor espectador, el de los ojos grandes y los pensamientos tan pequeños que dejaste caer todo lo que tenías por hacer. Hola señorita de prejuicios y etiquetas, de buenos modales y malos pensamientos. Muy buenas a la mujer del verdulero, a la amante del vecino y a la cuñada de mi ex.
¿Qué tal van las cosas cuando las cosas no caminan?, pregunta la que se baja la tristeza con pastillas y sacude los pies para sentirse viva.
¿Qué tal un tren hasta Roma o un avión al Cairo, una tarde en Montserrat o dos días de verano?, dice la que nunca camina. ¿Y si volvemos a empezar y vuelvo a elegir?, sugiere la que no sabe qué quiere y se tapa la cara cada vez que puede.
Así que déjeme saludarlo señor espectador y tome asiento en el circo que habita. Y usted señorita de prejuicios, no se deje engañar por los adornos de estas letras simples que las palabras que vienen después, son mucho más complicadas desde que la tierra es redonda, el desierto está seco y en la televisión, en la maldita televisión, todos llevan la razón.
Luciana Salvador Serradell