Se necesitan siete meses para llegar a Marte en una nave espacial diseñada de manera eficiente, cubriendo la distancia de 480 millones de kilómetros.
En este viaje, una tripulación tendría que sobrevivir en un espacio confinado sin oportunidad de experimentar la naturaleza o interactuar con gente nueva.
Es fácil imaginar cómo este aislamiento podría tener un impacto severo en el bienestar y la productividad de la tripulación.
Los desafíos que experimentan los viajeros espaciales de larga duración no son ajenos a la gente común, aunque en menor grado. Muchas personas alrededor del mundo experimentan aislamiento y soledad, al menos ocasionalmente.
Los cierres de COVID-19 han creado un entorno para el estudio de aislamiento más grande en la historia de la investigación. Las órdenes de quedarse en casa nos han impedido conocer a otras personas y experimentar la naturaleza, lo que ha aumentado las tasas de soledad y depresión.
Sentirse solo y aislado con una amplia gama de consecuencias negativas para nuestro bienestar, salud física y cognitiva. El sentimiento de conexión es de vital importancia para una vida feliz, saludable y significativa.
Aislamiento simulado
Dados los riesgos asociados con el aislamiento, las agencias espaciales realizan estudios de simulación a gran escala para investigar y mitigar estos efectos. SIRUS (investigación científica internacional en una estación terrestre única) es una serie de experimentos de aislamiento en tierra que simulan vuelos espaciales a largo plazo.Es más seguro y económico realizar simulaciones en tierra para evaluar los efectos del aislamiento en la tripulación.
Esto también permite a las agencias espaciales probar la efectividad de posibles soluciones que pueden apoyar la salud física y mental de la tripulación durante vuelos espaciales de larga duración, como un viaje a Marte.
Experiencias más allá del yo
Las experiencias autotrascendentes son un conjunto de fenómenos y estados emocionales asociados que se caracterizan por un mayor sentido de interconexión con el mundo.El asombro no solo apoya nuestro bienestar, sino que también nos hace más compasivos y pro sociales, e incluso mejora nuestra salud física.
Si bien encontramos asombro en muchas experiencias en la naturaleza, las prácticas espirituales y la cultura, a veces es necesario viajar a un sitio impresionante, como el Gran Cañón, para experimentarlo.
Vivir en aislamiento limita inevitablemente nuestras oportunidades de experimentar asombro.
El poder de la realidad virtual
Nuestra experiencia de realidad virtual podría ser beneficiosa para mitigar los efectos del aislamiento. Existe un creciente interés y experimentación positivas que podrían conectarnos, en lugar de encerrarnos en nuestras realidades individuales separadas.Investigadores de la Universidad del Sagrado Corazón en Milán también informaron que los impresionantes paisajes de montañas y cascadas experimentados en la realidad virtual producen un aumento estadísticamente significativo en las emociones positivas.
Este creciente cuerpo de investigación refleja la promesa de la realidad virtual de ayudar a mitigar los efectos negativos del aislamiento.