En primer lugar, debes ver a todos. Acércate pero asegúrate de que haya una distancia suficiente con respecto al sujeto/s, aunque sin olvidar que han de poder reconocerse todos ellos. Una fotografía de grupo no tiene sentido si no se puede ver quién es quién.
¿Es el grupo demasiado grande? Busca una posición elevada y toma la fotografía desde arriba, por ejemplo, desde un balcón.
Evita que las personas adopten una pose lánguida y aburrida mientras esperan a que se haga la fotografía. No dejes de hablar con la audiencia y explica lo que estás haciendo. Aún mejor: pídeles que hablen unos con otros. Sólo cuando hagas una señal, todos ellos mirarán a la cámara a la vez. Repite esta operación varias veces. De esta forma, disiparás la tensión y crearás nuna situación lo más natural posible.