Hablo de Wloggers, celebrado en el Hotel Westin Palace.
Imposible echar la vista hacia otro lado y no aludir a cierto tipo de opiniones que este encuentro suscitó, las cuales no voy a compartir aquí, porque bajo mi experiencia, todo lo acontecido ese día me resultó positivo.
Desde la organización, que varios meses antes se había afanado por que estuviéramos informados de todo, hasta el desarrollo mismo de la jornada, en la que me divertí (a pesar de ir sola, con lo que me gusta a mí ir acompañada a estas cosas), aprendí y compartí espacio con diferentes profesionales o personas, que sin serlo, se ocupan por aprender y se preocupan por estar allí donde pueden ver, empaparse de cosas nuevas o no, pero que al final del día, suman, sellan conocimiento o nos sirven para elegir, reafirmarnos en nuestra línea a seguir o corregir.
Di un paseo por los diferentes stands de marcas que allí se congregaron: en ghd me trataron como a una estrella de cine, en Starbucks me hablaron de sus diferentes tipos de café y en Helpling, pude conocer en persona a quiénes están detrás de esta plataforma para reservar online servicios profesionales de limpieza, con los que hace unos meses tuve el placer de colaborar.
Había algunas marcas más a las que no tuve tiempo de ver en profundidad, menor número de las que habían comunicado inicialmente, debido a que preferían ampliar el aforo disponible para que que los asistentes estuviéramos más cómodos. ¿Por qué no les iba a creer?
Desde que nací, en mi familia me han enseñado a agradecer todo aquéllo que te regalan. Uno es libre o no de aceptar el regalo y lo que pueda haber tras él, también. Me refiero a que por un evento como éste podían haber cobrado algún tipo de entrada y no lo hicieron, para mí es suficiente.
Agradecer a Pablo Grave su master class, su contudente sinceridad, consejos, materiales, avanzarnos las tendencias del blogging corporativo, todo ello resumido en el posterior documento resumen, que nos han enviado para que pudiéramos atender la clase con más tranquilidad, no estresándonos con sacar fotos y apuntes. Y con esto lo mismo, uno escucha, analiza, sigue los consejos, todos o en parte, o ninguno y ya. No hay más.
También quiero transmitir desde aquí, que las palabras con las que inauguró el evento María José Flores de Santis, precursora de Wloggers, me emocionaron hasta el punto de que alguna lágrima se asomó. Al menos a mí, me hizo llegar que sabe el camino que muchas personas estamos recorriendo para poder dedicarnos a lo que realmente nos gusta, que no son pocas las piedras del camino y que con formación y constancia, consigamos restar fuerza a las palabras de aquéllos que no entienden, o no quieren entender de qué va esto o simplemente, desean que nuestros esfuerzos resulten infrutuosos. Pienso que todo esfuerzo tiene su recompensa y la vida, me lo está demostrando.
Mi sábado terminó comienzo junto a una ventana del Café Central, junto a la Plaza de Santa Ana, en el bohemio Barrio de Las Letras, en el corazón de Madrid. Un lugar famoso por llevar en funcionamiento más de 30 años y su programa de conciertos de jazz en directo.
Cansada de encadenar tantos madrugones y jornadas intensivas, contenta por la oportunidad de haber visto y oído tanto y mucho en lo que pensar e interiorizar. Degusté mi exquisito almuerzo entre el bullicio de un soleado Madrid, mirando pasar a tanta y tanta gente que pasaba el día por allí, como yo.Moraleja: Si quieres algo, ve a por ello
Un abrazo.