Y es que actualmente si algo no triunfa en diez minutos, semeja que está abocado al descalabro, y eso es lo que ha debido meditar la gente de Nokia con respecto a la realidad virtual, en la que deja de confiar, y en consecuencia deja de invertir su dinero. La compañía anuncia que deja de vender la cámara Nokia OZO y que deja de invertir en este campo del mercado en tanto que este género de tecnología no ha avanzado tanto como se aguardaba.
La realidad virtual va lentísima para Nokia
El descalabro de los proyectos de realidad virtual que la compañía tenía en marcha no le saldrá para nada sin coste. Nada menos que 310 personas que trabajan en las oficinas de Finlandia, E.U. y R. Unido van perder su trabajo. Ahora se centrarán en el negocio de la salud, como ya probaron con la adquisición de la compañía Withings.
No creemos para nada que la tecnología de la realidad virtual haya fracasado en tanto que representan el futuro, si bien Nokia, o bien cualquier otra compañía, crean que algo de esta manera deba dar intereses inmediatos, especialmente cuando hablamos de un producto como la cámara Nokia OZO que llegó a valer 45.000 dólares estadounidenses en el momento en que se le aplicó una buena rebaja. Mas la resolución de los fineses es una muestra precisa de cómo marcha este mercado de las nuevas tecnologías, toda va demasiado veloz, y el que no triunfa de manera inmediata, se le deja tirado por el camino.
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