¿Qué es una conexión 5G? Cada vez oímos hablar más de este tipo de comunicaciones que en principio deberían ayudarnos a mejorar la conectividad de nuestro móvil y navegar por Internet a velocidades extremas. Pero, ¿cómo funcionan exactamente?
Si nos fijamos en el icono de datos móviles de nuestro teléfono, lo más probable es que veamos una barra de conexión con unas letras indicando “LTE”, “4G” o “3G”. Si tenemos una conexión un poco floja también veremos la letra “E”, que significa que estamos navegando con conectividad 2G. Por desgracia, algo bastante habitual todavía en pueblos pequeños y zonas alejadas del núcleo urbano.
¿Qué es el 5G exactamente?
Durante los últimos 40 años cada una de estas “G” ha representado una nueva generación dentro de las infraestructuras de redes móviles. Así, el 1G nos trajo el sonido, el 2G el texto, el 3G introdujo la navegación web, y las conexiones 4G LTE hicieron que todo fuera 10 veces más rápido. ¿Dónde está entonces la gracia del 5G?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el 5G hace que todo sea muchísimo más rápido. Para que nos hagamos una idea, los módems 4G más rápidos que tenemos hoy en día alcanzan unas velocidades de hasta 2 gigabits por segundo. Pues bien, una conexión 5G es capaz de multiplicar por 10 ese máximo, hasta los 20Gb/s.
Pero otra de las ventajas que acompañan a estas velocidades tan bestias es que la latencia es prácticamente nula. La latencia es el retraso o demora entre dispositivos, desde que se envía una información hasta que el dispositivo receptor recibe dichos datos. Básicamente, el 5G está diseñado para establecer comunicaciones casi en tiempo real, con un retraso o lag de apenas 1 milisegundo. Si tenemos en cuenta que los reflejos humanos son entre 150 y 300 veces más lentos, podemos decir sin duda que son unos tiempos de respuesta de lo más satisfactorios.
Durante 2019 se espera que se presenten una treintena de móviles con conexión 5G, siendo el Samsung Galaxy S10 5G el primero en abrir la veda en Europa este próximo verano. Al poco también tendremos el Huawei Mate X de pantalla plegable, que igualmente será compatible con redes 5G. Ambos móviles con un precio superior a los 1.000 euros en el mejor de los casos.
Los problemas actuales de las conexiones 5G
Apple por su parte todavía no ha anunciado nada –nunca se sabe-, pero en principio se espera que aun tarde un año o dos más en presentar su terminal para redes 5G. Y puede que sea un movimiento más que inteligente, ya que la mayoría de operadoras de telefonía a nivel mundial no tienen pensado ofrecer una cobertura generalizada para el 5G hasta finales de 2020.
Por tanto, si nos compramos un móvil con conectividad 5G este mismo año, es posible que no notemos una gran diferencia. Es decir, que estaremos navegando a la misma velocidad hasta que nuestra compañía telefónica y nuestra cuidad adapten sus infraestructuras a este nuevo estándar.
Otras ventajas que traerá la implantación de redes 5G
Pero el 5G no solo se aplica a la telefonía móvil. Existen muchos otros dispositivos que también podrán beneficiarse de la próxima generación de comunicaciones inalámbricas. Hablamos de robots de fábrica automatizados que podrán comunicarse entre ellos en tiempo real en líneas de producción, drones en explotaciones agrarias que podrán coordinarse para crear nuevas técnicas de sembrado y regadío, etc. Lo cierto es que las posibilidades que el 5G pone a nuestra disposición son prácticamente ilimitadas.
Pero no todo es de color de rosa…
Una de las grandes desventajas de la tecnología 5G es que para alcanzar esas velocidades utiliza ondas de tamaño milimétrico. Esto limita su alcance a unos pocos cientos de metros, e impide que la señal pase a través de paredes o se resienta cuando llueve o hace mal tiempo.
En cualquier caso, eso no quiere decir que la tecnología no sea viable. De hecho, el 5G también se apoya en las mismas ondas que utiliza el 4G, las cuales son capaces de recorrer grandes distancias y pasar a través de muros y obstáculos meteorológicos. Es por eso que los grandes proveedores están gastando una verdadera fortuna en construir nuevas infraestructuras de transmisores cada pocos cientos de metros en todas direcciones.
Por tanto, al menos por ahora, todavía nos tocará esperar un poco para poder disfrutar de cosas como las partidas online sin lags “de verdad”, los coches 100% autónomos y todas esas ventajas aun por descubrir que llegarán con la implantación y normalización de la tecnología 5G.
Imagen de portada: Samsung Galaxy S10 5G | Fuente: samsung.com