La importancia de las actualizaciones en tu móvil Android
Cada vez que sale una nueva versión de Android entramos en modo “hype” y todos queremos tener la última versión. Las actualizaciones suelen incorporar nuevas funciones (APIs), una mejora en la interfaz, aumento de rendimiento, mejora en la autonomía y mejoras de seguridad.
Desde mi punto de vista, lo realmente importante, aquí, son las actualizaciones de seguridad. Las otras mejoras, desde luego que son bien recibidas, pero nunca me he encontrado con ningún problema de uso real, utilizando un teléfono con una versión de Android dos versiones por detrás de la última. Es cierto que no tendremos las últimas novedades, pero el teléfono sigue siendo compatible con el 99% de las aplicaciones y va seguir funcionando perfectamente.
Desde hace ya unos años, son frecuentes las noticias de problemas de seguridad que afectan a millones de terminales que nunca serán actualizados. Debido a ello, Google se comprometió a actualizar sus Pixel cada mes con parches de seguridad y a facilitárselos al resto de fabricantes para que hiciesen lo propio.
El problema es que a muchos fabricantes no les sale a cuenta realizar dichas actualizaciones.
¿Por qué no se actualiza tu terminal?
Obsolescencia programada
Muchos fabricantes prefieren dejar de actualizar sus terminales antiguos para centrarse en los nuevos. De esta manera, fuerzan a los usuarios a cambiar su teléfono antes de lo que realmente sea necesario.
¿Por qué actualizar tu teléfono si te puedo vender uno nuevo?
Como veremos, algunos fabricantes dejan en la estacada a sus clientes nada más sacar un terminal nuevo, mientras que otros, son un poco más cuidadosos y lanzaran actualizaciones durante más tiempo.
Las capas de personalización
Cuando Google libera una actualización, los fabricantes con una mayor capa de personalización tardan más tiempo en poder adaptar los cambios y enviar la actualización a los terminales. Esto es debido a que hay muchas fases en el desarrollo del software.
El desarrollo de software es mucho más complejo de lo que muchos nos creemos.
Los ingenieros tienen que analizar la nueva versión, identificar los cambios y ver dónde afectan a su capa de personalización. A partir de ahí, los programadores implementan los cambios en el código y empiezan las fases de pruebas, que pueden llegar a ser bastante largas, con el consiguiente gasto económico que supone.
Por eso, muchas compañías deciden abandonar los teléfonos a su suerte y afrontar las quejas por parte de sus clientes. Pero es que hay tantas compañías que lo hacen igual de mal o peor, que es difícil decantarse por una.
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Las operadoras
Muchas operadoras venden terminales personalizados con algunas aplicaciones (bloatware) o capa de software especial. Es parecido a la capa de personalización de los fabricantes, pero un poco más light, pero también retrasan las actualizaciones.
No son solo las nuevas versiones del sistema operativo, sino que también hay actualizaciones de seguridad.
Algunos fabricantes tardan una semana y otros nunca las sacan
Fabricantes y actualizaciones de Android
Lógicamente, Google es el fabricante que más rápido actualiza sus terminales. Tanto el sistema operativo como las actualizaciones de seguridad.
Anteriormente, Google garantizaba dos años de actualizaciones del sistema operativo y tres de actualizaciones de seguridad.
Esto significa que el Nexus 5X y el Nexus 6P, lanzados en el 2015, han recibido Android Oreo como última actualización. El Pixel y el Pixel XL, que fueron lanzados en el 2016, serán actualizados a Android P en el 2018.
Sin embargo, este año Google ha anunciado que va a mantener actualizados (tanto sistema operativo como actualizaciones de seguridad) durante al menos tres años sus nuevos terminales, los Pixel 2. Por lo que estos dos móviles recibirán las actualizaciones a Android P, Q y R en 2020. Nada mal.
Samsung
Samsung es el mayor fabricante de teléfonos del mundo y cuida bastante bien sus dos gamas altas (Galaxy S y Galaxy Note), aunque según bajamos de gama la cosa empeora.
Tanto los teléfonos de las gamas Galaxy S y Galaxy Note tienen dos actualizaciones de sistema operativo, la primera con un retraso respecto a Google de 2 o 3 meses y la segunda con un retraso de entre 4 y 6 meses.
Eso significa que el S7 será actualizado a Android Oreo, pero no a Android P. El S8 por su parte, está empezando a ser actualizado a Android Oreo este mes, más de dos meses de retraso frente a los Pixel; y será actualizado hasta la versión de Android P (su retraso frente a los Pixel será de cerca de 6 meses).
En cuanto a la gama media, Samsung sigue comportándose relativamente bien. La gama Galaxy A, por ejemplo, suele recibir dos actualizaciones del sistema operativo.
Sin embargo, si seguimos bajando las cosas empeoran. Las gamas C y J tan solo reciben una actualización de sistema operativo.
Además, tanto los Galaxy S, como los Galaxy Note y los Galaxy A reciben actualizaciones de seguridad cada mes y durante 3 años. Mientras que el resto de los modelos reciben actualizaciones cada 3 meses.
Para más detalles puedes consultar la web Samsung.
LG
LG se centra bastante en la gama alta y descuida mucho su gama media y baja.
La gama alta, que comprende las series G y V (llega a España el 15 de diciembre), suele tener dos actualizaciones de sistema operativo, pero eso sí, se toman las cosas con calma.
Por ejemplo, la segunda actualización del LG G4 llegó con 11 meses de retraso respecto a la versión lanzada por Google. Eso significa que al mes siguiente, el teléfono ya volvía a estar “desfasado”.
En cuanto a las actualizaciones de seguridad, LG también ofrece peor soporte que Samsung. Las series G, V, Q y X reciben actualizaciones aunque no son regulares. Además es mejor consultar el soporte a nuestro móvil en la web de LG.
Sony
El fabricante Sony también suele centrar sus esfuerzos en la gama alta, incluyendo las versiones Compact que tan buen resultado le han dado.
Los teléfonos de gama alta del fabricante japonés suelen recibir dos actualizaciones de Android. Normalmente, ésto también se cumple en sus gamas medias, aunque no siempre. Sin embargo, los teléfonos de gamas bajas suelen ser abandonados nada más salir al mercado. De todas formas, es mejor consultar en la página de Sony por cada modelo en particular.
En cuanto a la velocidad de las actualizaciones, Sony es un poco caótica. Ha habido algunas actualizaciones en las que ha sido el primer fabricante (no-Google) en liberarla (por ejemplo, el XZ Premium ha sido el primer móvil en recibir Android Oreo) y otras en las que pasan los meses y no acaban de finalizarla.
Por otro lado, Sony suele lanzar las actualizaciones de seguridad de forma regular para todos sus terminales, incluyendo las gamas bajas, durante dos años.
OnePlus
OnePlus es un fabricante que libera dos actualizaciones de Android para sus terminales, o al menos eso es lo que dicen, porque en la realidad, algunos terminales se han quedado sin la segunda actualización. Como pasó con el OnePlus 2 que nunca recibió Android Nougat.
Yo creo que se debió a desajustes al ser una compañía tan nueva. La OnePlus ha crecido y cada vez se toman las actualizaciones de forma más seria. Incluso han publicado hace poco, que van a empezar a realizar actualizaciones tanto de sistema operativo como de seguridad por más de dos años.
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Motorola
Motorola fue uno de los fabricantes que más rápido liberaba las actualizaciones de Android (gracias en parte a que fue comprada por Google). Sin embargo, en los últimos años (al ser comprada por Lenovo) este ciclo se ha ido retrasando, aunque sigue siendo una buena compañía en cuanto a las actualizaciones.
La gama alta, compuesta por el Moto Z y el Moto X tiene dos años de actualizaciones.
Mientras que la gama media, el Moto G, solo tiene un año.
La gama baja, E y C, no tienen actualizaciones del sistema operativo.
Puedes consultar las actualizaciones disponibles actualmente o las fechas previstas en las que se liberarán en su página web.
Nokia
Según Nokia su política de actualizaciones será:
Nuestra ambición es siempre usar la versión más reciente y más segura del sistema Android. Esto también incluye ofrecer actualizaciones puntuales.
Y todo ello para toda la gama de dispositivos, desde la gama baja a la alta. Habrá que ver si se cumple.
Otros fabricantes
Huawei: el fabricante Huawei aún se queda un poco atrás en las actualizaciones de sus dispositivos. Su capa de personalización EMUI es muy pesada, lo que produce que las actualizaciones no estén garantizadas en ninguna gama y además sean muy lentas. La primera actualización se puede demorar hasta 6 meses en la gama alta y hasta 9 en la gama media.
Bq: actualiza sus gamas altas en unos 6 meses, sin embargo, las gamas medias y bajas pueden quedarse sin actualizaciones.
Xiaomi: las actualizaciones de Xiaomi son un poco lío, porque el fabricante chino puede sacar una nueva versión de MIUI que está basada en una versión antigua de Android. Debido a su fuerte personalización las actualizaciones son siempre bastante lentas aunque suelen cumplir y no olvidan a los terminales aunque sean de gama media.
ZTE: es otro fabricante con una fuerte capa de personalización. Las actualizaciones de los gama alta suelen llegar a los 6 meses y algunos gamas medias se actualizan a los 9-12 meses. Otros se quedan sin actualizar.
HTC: da dos años de soporte para los terminales alta y dos años de parches de seguridad, aunque no son mensuales.
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Conclusiones
Si quieres tener tu teléfono Android a la última, debes apostar por los Pixel de Google
Los buques insignia de los otros fabricantes suelen tener dos actualizaciones principales de Android y actualizaciones de seguridad periódicas. La primera actualización suele tardar unos tres meses después que Google. La segunda actualización suele llevar más tiempo, seis meses o más.
Los teléfonos de gama media suelen tener una o dos actualizaciones (Samsung, Motorola, Nokia), aunque algunos fabricantes no dan ninguna.
Si compras un teléfono de gama baja, no cuentes con ninguna actualización.
Desde mi punto de vista, las actualizaciones de seguridad deberían ser obligatorias durante al menos 2 años. Creo que debería ser parte de la garantía del dispositivo. Imagina que te compras un teléfono de gama baja y se descubre un fallo grave de seguridad al día siguiente. El fabricante te deja con el culo al aire y ese fallo de seguridad puede ser tan importante que te impida usar el terminal.
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