Seguramente has visto la carta gris fotográfica y te has preguntado para que sirve, aquí te enseñaremos su utilidad y beneficios de uso.
Cuando estamos fotografiando en interiores iluminados con luz artificial, con una bombilla cualquiera, o con un fluorescente, o ambas cosas a la vez, nos encontramos que debemos ajustar el balance de blancos para obtener una cierta fidelidad del color de la escena. Esto es así dado que las luces con las que nos encontramos habitualmente no están equilibradas a una temperatura de color concreta y, a pesar de que nuestro ojo se adapte muy rápidamente, la escena tiene una tonalidad particular dependiendo de la luz que la baña, es alli en donde entra la Carta gris fotográfica.
La solución pasa por disponer de un elemento en este caso la Carta gris fotográfica de referencia en la imagen que permita que un sistema informático sepa qué es blanco, qué es negro y que es gris. En fotografía, a este elemento se le denomina "carta de gris"
La Carta gris fotográfica representa un "gris medio" que refleja el 18% de la luz total que recibe sobre ella. Se trata de una herramienta para el fotógrafo que tiene cuatro funciones principales:
1. Determinación de la medición correcta (exposición)
2. Configuración de la iluminación de una escena
3. Determinación del balance de color y la densidad
4. Ajuste de fotómetros. También se puede utilizar el lado blanco de la tarjeta gris para determinar el balance del blanco en cámaras de video, etc.
Se trata de una tarjeta de tamaño que oscilan entre el A4 y el A6 de un conjunto de colores calibrados. Aunque también existen cartas de color, probablemente la más común es la carta gris. Se trata de un trozo de papel en el que se ha impreso un gris neutro, que refleja aproximadamente el 18% de la luz. Ocasionalmente la encontraremos con un espacio blanco y uno negro en forma de franjas verticales iguales: blanco, gris, negro.
Las cartas de color, en lugar de gris suelen tener una cuadricula en la que podemos encontrar los colores primarios calibrados. En este artículo nos centraremos en la carta gris. Hablaremos de como hacernos una y de cómo usarla, viendo los resultados que obtenemos. Estos resultados de pueden obtener por otros métodos más “artesanos”, pero el uso de esta técnica tiene un conjunto de ventajas sustanciales:
- Un gris neutro para cualquier persona es un gris neutro, por tanto si lo usamos tenemos una referencia válida para cualquier otro profesional que nos puede procesar el color de las imágenes, mientras que si recordamos el tono de cierto objeto estamos sujetos a la memoria subjetiva.
- Con el paso del tiempo, las referencias tomadas de memoria se difuminan, las tarjetas grises no. Esto aporta la ventaja de no tener que procesar las imágenes en un tiempo pactado.
Las cartas grises se pueden emplear tanto para medir la luz reflejada en un punto sobre una superficie (que refleja el 18%, que es para lo que están calibrados los medidores de las cámaras), como para calcular el color de la luz para poder ofrecer una mayor fidelidad en la reproducción del color de una escena.
Para terminar, indicarte que la carta de gris la puedes encontrar en cualquier tienda especializada por un precio de unos 10 Euros.