Está claro que la pandemia del coronavirus ha supuesto un duro golpe a nivel mundial. Millones de afectados, decenas de miles de muertos, aumento del paro, pérdidas económicas astronómicas Además, como viene siendo habitual, los más perjudicados volverá a ser los más débiles (los pobres y los ancianos).
La vida después del coronavirus no volverá a ser igual.
Sin embargo, no vamos a deprimirnos todavía. A continuación, vamos a analizar de qué manera positiva podría modificar el mundo la crisis del coronavirus:
Nos hará darnos cuenta de que las fronteras nacionales son artificiales
El virus ni reconoce fronteras ni lleva pasaporte. La única forma de detener su propagación sería cerrar las fronteras completamente, algo muy complicado en el mundo globalizado en el que vivimos. Por ejemplo, eso significaría no poder recibir ayuda de otros países.Para nosotros las fronteras son muy importantes, pero en realidad con barreras invisibles que dividen el mundo. Quizás nos demos cuenta de que dichas barreras cada vez son más inútiles en la manera en la que están constituidas y la cooperación internacional crezca.
Debemos eliminar las fronteras, no crear más (nacionalistas).
La importancia de la producción local
En un mundo global es habitual deslocalizar empresas importantes para la subsistencia del país por el único motivo de reducir costes. Sin embargo, nos quedamos desnudos y expuestos a que el material necesario para nuestra supervivencia (respiradores de Alemania, material médico de China) nunca llegue a nuestras manos.Hay que recordar la importancia de tener una economía sólida basada en la producción de bienes y servicios necesarios; no solo del turismo.
Fomentar el altruismo
Las situaciones límite sacan lo mejor y lo peor de las personas. Aunque los egoístas llenan muchas portadas, en realidad representan un porcentaje muy pequeño de población.Una epidemia puede fomentar héroes altruistas
La gran mayoría de la población son buenas personas que están dispuestos a ayudar a los más necesitados.
Nos hará comprender de que millones de personas compartimos un solo planeta
El modelo de sociedad que domina el pensamiento político y ético en occidente es biológicamente ridículo y sociológicamente insostenible.Las personas no somos átomos independientes del entorno. Tenemos barreras individuales porosas.
Nos infectamos unos a otros con enfermedades y con alegrías.
Recordemos nuestra interconexión. Puede ayudarnos a recuperar el sentido de la sociedad.
Puede recordarnos a algunos grupos de personas desatendidas
La mortalidad y las enfermedades graves son mucho más altas entre los ancianos y los que sufren otras enfermedades.Sin embargo, tendemos a pensar y a legislar en favor de los sanos y robustos.
Podría hacernos más realistas sobre la medicina
La medicina no es omnipotente. Reconocer esto podría hacernos más conscientes de nuestras vulnerabilidades. Y reconocer nuestra propia vulnerabilidad podría hacernos más humildes y menos presuntuosos.Por ejemplo, quizás nos tomemos más enserio el uso responsable y el control de los antibióticos, algunos de los han sido usados durante decenios por sus propiedades para engordar a los animales de granja.
Podría hacer que las futuras epidemias sean menos probables
Desde hace ya bastantes años la comunidad científica venía avisándonos de la posibilidad real de una pandemia mundial, pero parece que el ser humano solo aprende a base de palosEsperemos que las lecciones aprendidas por la pandemia del coronavirus nos hagan ser más realistas sobre los peligros de las enfermedades. Se ha aprendido mucho sobre la contención y mitigación de las enfermedades infecciosas. Se están realizando grandes esfuerzos competitivos y cooperativos para desarrollar una vacuna, y es probable que las vacunas contra futuros desafíos virales se desarrollen más rápidamente como resultado de ello.
Creo que también ha quedado claro la prioridad que se le debe conceder a la sanidad pública.
Mejora de la fauna silvestre
China ha anunciado una prohibición permanente del comercio y el consumo de fauna y flora silvestres. Eso en sí mismo es bastante positivo desde la perspectiva de la conservación, el bienestar animal y la salud humana.Esperemos que otras naciones sigan el ejemplo.
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