Baviera es uno de los Bundesländer donde más tarde llegan las vacaciones de verano (31 de julio), así que, (digo yo que para compensar), en mitad de junio nos dan dos semanitas de vacaciones, a cuenta de Pentecostés, que saben a gloria, porque además en el resto del mundo aún no es temporada alta, con lo que ello implica en cuanto a niveles de gente, precios y atascos.
El primer año ni nos enteramos de que había vacaciones, así que no nos dio tiempo a planear nada en condiciones. El año pasado pasamos unos días en Italia, como conté aquí. Y este año nos hemos alemanizado del todo y nos hemos ido una semanita al Lago Como (esto de alemanizarnos del todo lo digo porque creo que no conozco a ningún alemán que se haya quedado en casa estos días).
A mí hasta ahora, cuando oía hablar del Lago Como, lo primero que me venía a la mente era George Clooney y su famosa villa. Y me consta que no soy la única! Y claro, George Clooney equivale a famoseo y glamour. Así que yo me imaginaba esa zona un poco tipo Capri (donde no he estado, pero también me lo imagino): millonarios, gente guapa y estilosa, tiendas caras... Pero nada más lejos de la realidad. El lago en sí es impresionante, en forma de Y invertida y rodeado de montañas (estamos en los Alpes!), con la orilla salpicada de pueblecitos empinados y espléndidas villas. Pero de glamour nada. Y no es que esto sea malo, todo lo contrario, pero si vas buscando glamour mejor vete a Lugano, que está muy cerca, porque en el Lago Como lo que encontrarás serán pueblos decadentes, calles estrechas, fachadas desconchadas y, ojo al dato, los mejores helados del mundo (esto no lo pone en ninguna guía, lo dicen mis hijos, que de helados saben un rato!)
Voy a intentar concentrar todo el viaje en una entrada, que no quiero ser plasta, así que será una entrada larga (el que avisa no es traidor!) Empezaremos el tour en Como, la ciudad que da nombre al lago. Es un pueblo agradable, relativamente grande, con muchas tiendas, una zona bonita zona peatonal y un funicular que sube al pueblo de Brunate, desde donde admirar las vistas del lago (no hay fotos porque... no subimos: las vistas ya las teníamos todas las tardes desde la terraza de nuestro apartamento en Bellano). Pero si no vas a pasar muchos días en la zona, desde mi punto de vista es totalmente prescindible.
En Como fue donde nos tomamos nuestro primer helado, en una heladería cualquiera, y donde alucinamos por primera vez (y mira que en Munich hay buenos helados...)
Y también en Como fue donde F se encontró a sus ancestros: resulta que uno de sus bisabuelos por parte de madre era un Caprani (sí, de los Caprani de toda la vida), originario de Como, que allá por finales del siglo XIX emigró a España y se casó con una española, la abuela de mi suegra. Y mira por donde nos encontramos una calle dedicada a un Caprani que quizás (o no) fue pariente del bisabuelo de F (porque Capranis hay pocos y al parecer todos vienen originalmente de Lombardía).
Pero sigamos con la vuelta al lago. Como ya he dicho, Como no es precisamente el pueblo más bonito de la zona. Varenna, mucho más pequeño pero con mucho más encanto, fue una de nuestras paradas preferidas. Quizás por eso lo elegimos para cenar la última noche (o igual fue porque estaba muy cerca de nuestro alojamiento: las distancias en el lago engañan, Como está a menos de 60 kms de Bellano y con suerte tardas algo más de una hora en llegar).
Desde Varenna se puede coger un ferry para ir a Bellagio (el pueblo más turístico del lago) y a Menaggio. Vamos por partes. Menaggio es un pueblo minúsculo, más o menos en frente de Varenna. Lo más destacado fue la heladería "Frio". El mejor helado de frambuesas que he tomado en mi vida. Volvimos a los dos días, solo por el helado, y eso que nos pillaba en la otra punta...
Muy cerquita de Menaggio está la famosa Villa Carlotta, una espectacular villa con unos aún más espectaculares jardines, donde merece la pena hacer una parada (hay otras villas que se pueden visitar, no sé si más bonitas o no, como Villa Melzi, en Bellagio, nosotros elegimos esta entre otras cosas porque se puede visitar por dentro).
Y por último, Bellagio, el pueblo más turístico de la zona, atestado de turistas pero realmente bonito. Nosotros llegamos en ferry (coche incluido), y la verdad es que merece la pena, es mucho más bonito que llegar por carretera. Aunque tengo pocas fotos (y eso que fuimos dos veces), porque la primera vez estaba poco inspirada y la segunda... me dio por hacer robados.
Lo que no mucha gente sabe es que, detrás del pueblo de Bellagio, al otro lado de la pequeña península donde está situado, está el puerto de Pescallo, a unos 10 minutos andando (también se puede ir en coche),
Y por supuesto, hubo tiempo para hacer alguna "parada técnica" en cualquiera de las múltiples calas que salpican la orilla del lago para darnos un bañito...
Heladerías que nos gustaron:
En Como: Ai Portici, Via M. Comacini, 2 (junto a la catedral)
En Menaggio: Gelateria Frio, Via Calvi (los mejores helados de la historia, al menos hasta ahora)
En Varenna: Gelateria Riva Varenna, Contrada dell"Oste, 14 (helados recién hechos todos los días y súper amables)
Aunque en todas nos metimos por casualidad y ninguna heladería nos decepcionó, así que me imagino que habrá muchos más...
Restaurantes a los que volveríamos:
En Moltrasio (cerca de Menaggio): Trattoria del Fagiano - Via Roma 54, 22010 Moltrasio - +39 031290000
Está un poco a desmano, hace falta coche para llegar y cuesta encontrarlo. No hay carta, te la recitan. Comida casera, raciones grandes, la pasta, espectacular y el servicio muy amable. Y todo a un precio razonable. Mejor reservar.
En Lezzeno (cerca de Varenna): Restaurante Aurora Lezzeno - Frazione Sossana, 2, 22025 Lezzeno - +39 031914645. Terraza muy muy agradable prácticamente encima del lago, buena pasta, buena comida, buenas vistas... Muy recomendable. Mejor reservar.
En Varenna: Bar Il Molo - Via Riva Garibaldi 14, 23829 Varenna. Uno de los varios restaurantes que se reparten lo que sería el "paseo marítimo" de Varenna. Hay que ir andando, pero sólo el sitio ya es increíble: de nuevo terraza al borde del lago, con ambiente agradable, camareros encantadores (ese día estaban un poco decaídos porque acababa de perder Italia) y pizzas y paninis muy ricos, a precios más que contenidos (sobre todo teniendo en cuenta las maravillosas vistas).
En Pescallo (a 10 minutos andando desde Bellagio): La Pergola - Piazza del Porto, 4, Pescallo, 22021 Bellagio. Nos pareció un poco caro para lo que fue la comida, pero el disfrutar de una comida al borde del lago, en una terraza de lo más agradable, al lado del pueblo más turístico de la zona pero sin turistas... no tiene precio!
También fuimos a Bérgamo y a Lugano, pero eso ya lo contaré en otro momento. Milán (y su aeropuerto) también quedan muy cerca (50 kms), pero nosotros no fuimos. Y en Liechtenstein, por supuesto, paramos media hora a la vuelta, para hacer la foto de rigor y poder decir que estuvimos allí.
Y aquí lo dejo, feliz fin de semana y felices vacaciones a los suertudos que ya las estén disfrutando. A nosotros todavía nos queda un mes largo!