Hay mucha información que ni siquiera sabes que se encuentra ahí.
La Deep Web engloba todo el conjunto de información que no está disponible de manera pública, no se puede acceder de manera directa.
Es decir, esa información está detrás de una contraseña, de un muro de pago o se genera al instante como los recibos de compra en una página de comercio electrónico.
La Dark Web por su parte esta conformada por el conjunto de información que está oculta de manera intencional, no es accesible desde cualquier buscador o navegador, necesitas software específico, como el navegador Tor, que te permite además navegar de forma anónima, no totalmente pero sí más que los navegadores comunes.
Si la Deep Web fuera un pastel, la Dark Web sería una rebanada, muy pequeña.
En la Dark Web puedes entonces encontrar todo tipo de información y datos, pudiendo estar incluidos claro, aquellos relacionados con tu persona o empresa.
Verifica si tus datos están seguros o han sido filtrados
La compra-venta de datos es un negocio muy redituable, entre más específicos sean mejor.Y aunque muchas empresas toman medidas para proteger los datos de sus clientes o usuarios, no está siendo suficiente.
La oferta de datos ha hecho que los precios de los mismos literalmente se diluyan.
Un hacker logró obtener 26 millones de registros de usuarios, incluidas contraseñas en texto plano del sitio LiveJournal. Eran vendidos por $35 dólares.
La empresa de seguridad ImmuniWeb ha puesto a disposición del público en general su buscador que mide el nivel de exposición a la Dark Web.
Se utiliza una tecnología de IA de aprendizaje profundo capaz de distinguir y remover registros duplicados o falsos, así como de ofrecer resultados confiables.
Lo único que tienes que hacer es introducir tu dominio en el buscador y en unos minutos tendrás, de manera gratuita, un informe de resultados que en caso de ser positivo, mostrará un puntaje calificando cada resultado según su nivel de riesgo.
Tienes acceso a la herramienta en ImmuniWeb Radar.
Fuente: este post proviene de Cristian Monroy, donde puedes consultar el contenido original.
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