El Wi-Phishing es una nueva modalidad de hacke que está ocasionando importantes problemas de seguridad en Europa. Solamente en España, la Guardia Civil ya alertó a los usuarios de Internet mediante dispositivos móviles que se cuiden para evitar el robo de datos. La técnica de Wi-Phishing consiste en la suplantación de la pantalla de acceso a una red WiFi abierta, por una pantalla falsa pero similar, a través de la cual se roban los datos de acceso de los usuarios.
El Wi-Phishing emula el servicio oficial de acceso a Internet de una red abierta con el objetivo de robar los datos de acceso del usuario. Una vez que los usuarios se conectan a estas redes falsas de WiFi, los hackers buscan robar información sensible, como pueden ser nombres de usuario, claves y datos bancarios de distintos tipos.
Las medidas para protegernos contra un ataque de Wi-Phishing incluyen, desde instalar un antivirus para detectar cualquier archivo extraño, hasta monitorear detalles del sistema ante cualquier función extraña que pudiera empezar a suceder en nuestro dispositivo móvil. Otro consejo importante a tener en cuenta es el de las copias de seguridad. Debe convertirse en una rutina realizar copias regulares de los archivos para evitar robos de información.
Por último, siempre es aconsejable desconfiar de cualquier sitio web que te pida datos personales. Más allá de un registro único realizado en esa página en particular, no suele haber páginas confiables que estén reiterando una y otra vez el ingreso de datos personales, claves u otras informaciones.