El notch o “muesca” es el nuevo golpe de efecto que incluyen muchos móviles, ya sean de gama alta, media o baja. Un puñetazo en la cara por parte de todos esos posers –léase “pousers”- que realmente no entienden muy bien para qué sirve. Pero, ¡hey! ¡Es la moda y hay que ser trendy por encima de todo!
Ya lo dijo en su día Marcel Campos, jefe de marketing de Asus, cuando le tocó defender el notch del Zenfone 5: “Algunos dirán que estamos copiando a Apple, pero no podemos alejarnos de lo que quieren los usuarios. Tienes que seguir las modas”. Dicho esto, ¿el notch sirve realmente para algo? ¿Tiene alguna utilidad?
También hay que decir que, aunque la famosa muesca superior de las pantallas se relacione directamente con Apple y su iPhone X, el primero móvil con notch en ver la luz fue el Essential Phone. No es el mismo tipo de muesca, pero la idea de ganar unos cuantos centímetros en pantalla empezó ahí.
En busca de la pantalla infinita: ¡Fuera marcos!
En el fondo, el notch sí que tiene un motivo para existir y ser como es.
Por un lado, permite que la pantalla ocupe toda la parte frontal del dispositivo. De esta manera, se dice adiós al botón Home y al sensor de huellas dactilares.
Por otro, deja espacio para colocar la cámara y utilizar el desbloqueo mediante detección facial.
El notch, en definitiva, es el precio a pagar por eliminar los marcos hasta el máximo nivel, haciendo desaparecer los biseles inferiores por completo.
Si no hubiera notch, nos encontraríamos con casos parecidos a los del Xiaomi Mi Mix 2, donde la pantalla infinita se logra moviendo la cámara al marco inferior derecho de la frontal. Una opción de diseño donde no hay muesca, pero eso sí, la pantalla no llega a ser “tan infinita”.
Desventajas de tener un móvil con notch
Dejando de lado los aspectos positivos a nivel de diseño que supone la inclusión de la muesca, lo cierto es que el notch puede resultar aparatoso.
Algunas apps no se adecuan correctamente a la pantalla.
Para contrarrestarlo y poder usar la app algunos móviles optan por crear un falso “marco virtual” reduciendo el tamaño de la pantalla.
Este es el caso del Huawei P20 Pro, que nos permite crear una línea negra en la parte superior que allana el camino a todas esas apps incompatibles. Es un poco cutre, pero es la única salida medio digna al problema. Ahora, imaginaos lo que puede ocurrir si nos compramos un móvil baratillo con notch…horas de diversión aseguradas.
¿Merece la pena entonces? Podríamos decir que puede ser un buen acompañamiento, siempre y cuando el plato principal del menú sea de nuestro agrado. Si no, no es más que otra bonita forma de tirar el dinero.
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