El diseño de producto se parece mucho al arte. La creatividad y la visión se unen para producir algo nuevo, atractivo y audaz. Pero los diseñadores de productos tienen un conjunto de desafíos que son diferentes a los de los artistas
Los diseñadores de productos deben crear teniendo en cuenta a los usuarios. Sus creaciones deben ser útiles. Deben ser aceptadas en los hogares de los compradores, donde en lugar de estar plasmados en una pared, se tienen que hacer visibles en los objetos utilizados cotidianamente por cada uno de los consumidores.
El diseño de producto es un gran desafío. La gran mayoría de las personas no saben de diseño, pero, son sus necesidades las que el diseñador debe considerar. ¡Esta no es una tarea sencilla, ya que los usuarios a menudo ni siquiera saben cuáles son! Si bien el diseñador y el artista tienen diferentes tareas, el diseño del producto sigue siendo un arte, que requiere habilidad, práctica e intuición. Los siguientes 10 consejos de diseño de producto, son útiles al considerar como se realiza un buen diseño.
Tiene que ser útil
Puede parecer obvio, pero es muy importante tener esto en cuenta. No hace falta decir que el producto en sí mismo debe ser útil; de lo contrario, no tendría sentido llamarlo un producto. La utilidad siempre será la prioridad número uno. Pero la utilidad no solo se aplica al producto en sí. El diseñador debe aplicar el requisito de utilidad a cada aspecto del diseño. Cada componente del diseño debe servir para un propósito. Deberías tener muy en cuenta este punto. Si no lo tiene, se debe considerar seriamente si ese elemento debe incluirse en el diseño. Esto se debe, en parte, al hecho de que como diseñador no estás diseñando para ti mismo. Estás diseñando para otros. Cualquier aspecto de tu diseño que no sea obviamente útil es solo una cosa más que podría interponerse en el camino o restarle valor a la experiencia del usuario con el producto.
Función sobre características
Ahora profundizamos aun mas. Incluso si un elemento del diseño es útil, aún podría interponerse algo en el camino. Para los creativos, ya sean diseñadores, artistas, compositores o poetas, la tentación de incluir demasiado siempre esta presente. Demasiadas funciones, demasiadas notas, demasiados colores, demasiadas palabras. A veces es más fácil agregar componentes que quitarlos. Como diseñador de producto, debes centrarte en la función sobre las características. Es fácil que un gran producto se empantane con demasiadas utilidades. Como diseñador, puedes estar encantado con la versatilidad de tu diseño. Pero a veces las personas no quieren un dispositivo inteligente: quieren algo que simplemente funcione. Cuantas más características, menos intuitivo y simple se vuelve un producto. A veces, un destornillador es mejor que un navaja suiza. Piensa en el propósito de tu producto. Inspírate en productos simples que generaron millones de beneficios.
Permanece enfocado
El objetivo es que tu producto sea popular para que la gente lo compre. Eso significa que tendrás que competir en un entorno de mercado. Es muy raro que un producto tenga éxito como una herramienta multiusos para todos los oficios. Céntrate en una sola necesidad del consumidor y ofrece la mejor manera para que los usuarios la satisfagan. No intentes diseñar un producto que pueda hacer de todo. Diseña un producto que pueda hacer mejor una cosa.
Resuelve problemas del mundo real
Una de las primeras cosas que debes aprender cuando realizas tu formación en diseño de producto es que cada producto exitoso fue popular porque resolvió un problema existente. Si tu producto no resuelve un problema, entonces se convierte en una obra de arte, y probablemente no será una que interese a las galerías. La solución que encuentres debe corresponder a un problema, o necesidad existente. Es mucho más difícil convencer a las personas de que tienen un problema que no sabían que tenían, que ofrecerles una solución para un problema que ya conocen. Los especialistas en marketing de productos y diseñadores a veces intentan enmarcar las cosas que no son realmente problemas como problemas, pero a menos que los consumidores estén de acuerdo con lo que ellos piensan, será difícil que se gane algo de empuje de esta manera. El proceso de diseño debe comenzar teniendo en mente un problema específico del mundo real y debe expandirse desde allí con el objetivo de abordarlo.
La estética es importante
Ya hemos analizado la importancia de la funcionalidad y la practicidad. Pero no nos dejemos llevar por la idea de que el rendimiento es lo único que importa. La apariencia de un producto de consumo es tan importante para el buen diseño, como la funcionalidad. Esto es tan cierto para el software y los productos digitales como para el hardware y los bienes tangibles. Un buen diseñador debe tener un sentido de la estética. Esta es una de las áreas donde los diseñadores industriales muestran su valor. Para la mayoría de los productos de consumo, la simplicidad es un activo. La elegancia tiende a prevalecer sobre la ostentación. El producto debe verse bien mientras se adapta al resto del hogar del comprador. La mayoría de los productos no quieren captar toda la atención en una sala. Por otro lado, a veces lo hacen. Tienes que comprender cual es tu mercado.
Atención a los detalles
Las pequeñas cosas importan. Ajustar, formar, pulir: aunque estos detalles pueden no saltar a la vista inmediatamente de todos los usuarios, el efecto acumulativo de muchas imperfecciones puede marcar la diferencia en el diseño de producto. Obtener unos elementos correctos pueden impresionar a los consumidores, especialmente en la era de la producción en masa y los bienes desechables baratos. Trata a cada componente de tu producto con respeto. Si tienes buen ojo para los detalles, los compradores lo notarán.
Los buenos diseños son simples
Los usuarios deben ser capaces de entender rápida e intuitivamente, cómo se supone que funciona un producto. No puedes garantizar que siempre lo usarán de esa manera, pero debes asegurarte de que tu producto sea fácil de usar. Los usuarios se sentirán frustrados y desinteresados rápidamente de cualquier producto que no funcione para ellos. No dudarán en cambiar a otro que sí lo haga. Siempre trata de ver tu producto desde la perspectiva de alguien que nunca haya interactuado con él antes. ¿Cómo podría ser mal utilizado? ¿Qué podría ser confuso? No asumas que algo es obvio solo porque lo es para ti.
Sé innovador
Muy pocos productos ofrecen algo completamente nuevo y totalmente revolucionario. La realidad es que la mayoría de los nuevos inventos y productos son mejoras a un método ya existente. Para que cualquier persona esté interesada en tu producto, debes ser innovador de una manera que conectes con las necesidades de los consumidores.
Diseña a largo plazo
El buen diseño es intemporal, y si diseñas bien tu producto, pasara la prueba del tiempo. Los productos duraderos son más valiosos para los consumidores, mejores para el planeta y son un testimonio de las habilidades del diseñador. Piensa en todos los excelentes artículos vintage que tienes en tu hogar o con los que creciste. Antigüedades, ropa, automóviles: muchas de estas cosas todavía nos acompañan porque las personas que las diseñaron las construyeron para durar. El buen diseño nunca pasa de moda.
El buen diseño es un trabajo duro
Al trabajar en tu diseño, es importante recordar que las fases finales del proceso de diseño pueden ocupar la mayor parte de tu tiempo y esfuerzo. Conseguir que el producto esté casi listo para completarse solo podría representar el 10% del diseño, pero puede requerir el 50% de tu energía. Pero esta inversión de tiempo y energía en el último paso, sin duda vale la pena. Estos son los detalles que marcan la diferencia entre un producto aceptable y uno excepcional. Es en esta parte del trabajo donde tienes que ser más critico y dar los toques finales que diferenciarán a tu producto de la competencia.
Una buena idea no siempre lleva a un buen producto.
Muchos diseñadores de productos se obsesionan con su idea. Puede ser una gran idea, pero ¿necesita existir de verdad? La mayoría de los productos exitosos comenzaron como grandes ideas, pero la mayoría de las grandes ideas no se convierten necesariamente en productos exitosos. Haz la cantidad adecuada de investigación y asegúrate de utilizar un proceso de desarrollo y diseño profesional, y de esta manera conseguirás realizar un buen diseño de producto para que los usuarios se sientan satisfechos con el.
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