Es, por así decirlo, nuestro sello de identidad. Por tanto, este es uno de los valores más significativos que hará que nuestra empresa refleje una buena imagen corporativa.
La elección de un mal nombre puede limitar las posibilidades de crecimiento de nuestra empresa. Así que, para evitar esto, será necesario crear una marca fuerte, con carácter y personalidad, que muestre su diferencial y haga valerse por sí misma, transmitiendo valor a sus consumidores potenciales.
Entonces, ¿cómo elegir el nombre perfecto para mi empresa? Estos son los errores más habituales que los emprendedores cometen y algunos consejos para solucionarlos:
11 errores comunes que comete un emprendedor cuando elige el nombre de su empresa
Poner nuestro propio nombre o apellido
Cuántas veces hemos paseado por el centro de nuestra ciudad y hemos visto un nuevo negocio con un cartel grande que dice: Zapatería Loli o Pescadería Mari. Este es uno de los errores más frecuentes en el mundo de las pymes y de los emprendedores.
Estos nombres no aportan una seña de identidad al negocio, es más, lo convierten en uno más del montón.
A menos que no seamos una persona pública conocida, evitemos esto si no queremos lamentarnos para el resto de nuestras vidas.
No registrar nuestra marca
Si no registramos nuestro logo y nombre de la empresa podemos correr el riesgo de que alguien nos robe la idea que nosotros mismos hemos inventado.
Además, registrándolo nuestro valor comercial aumentará y eso dará una mejor imagen al negocio. Asimismo, una marca registrada nos da la ventaja de acceder a ayudas económicas que otros negocios no pueden tener.
Elegir un nombre porque nos gusta
Este no debe ser un factor por el que debes guiarte. Muchos optan por elegir un nombre que les gusta, sin tener en cuenta requisitos estratégicos para posicionarlo en la red y para que los clientes te encuentren con facilidad en Google.
Porque suena bien
No porque un nombre suene bien debe ser el ideal para nuestro negocio. Debe cumplir con unos requisitos de creatividad y originalidad que lo doten de personalidad propia para que se diferencie del montón.
Utilizar nombres genéricos
No es recomendable usar nombres genéricos, ya que cuando alguien mencione el nombre lo asociará al producto y no a la empresa. Y seguramente esto provoque el fracaso de nuestro pequeño negocio.
Nombre complejo, difícil de pronunciar
Nos esforzamos en ser originales y creativos, pero a veces nos pasamos, y mucho. Creemos que por utilizar un término en otro idioma o palabras inventadas difíciles de pronunciar calará más en la mente del consumidor. Y no es así.
Estudiemos el perfil de nuestros clientes y analicemos si un nombre en inglés va a tener aceptación entre un público español. Para ello, deberemos tener en cuenta más factores, como la edad, sus gustos, preferencias y una serie más de detalles.
Por lo menos, debemos asegurarnos de que el público al que va dirigido sabrá leer el nombre correctamente y pronunciarlo.
Utilizar una extensión de dominio rara
No queramos innovar con una extensión de dominio diferente a la de nuestro país por querer ser más cool que nadie. Pueden resultar difíciles de deletrear y de pronunciar, y eso puede crear desconfianza en los lectores.
Demasiado largo
Un buen nombre de empresa debe ser fácil de recordar, y un nombre demasiado largo me temo que no permanece en la memoria del consumidor. Además, debe ser fácil de escribir, legible y no exceder el número de caracteres en el dominio (suele rondar los 60 caracteres).
Algo que no nos represente
Hay que proyectar la imagen de marca adecuada, en línea con los intereses, gustos y valores de la empresa en cuestión. Si elegimos una imagen que no tiene nada que ver con nuestro valor diferencial, ¿qué sentido tiene?
Copiar a la competencia
Aunque analicemos nuestra competencia y cojamos lo que más nos guste de ella, eso no quiere decir que la imitemos, y menos que elijamos un nombre similar.
Seamos lo más originales posible y transmitamos una propuesta de valor única, esa será nuestra mayor baza.
El nombre de la empresa enfocado a un solo producto
Si ofertamos diferentes líneas de productos en nuestra tienda no podemos poner un nombre orientado exclusivamente a una categoría. Por ejemplo, si Ebay se hubiera llamado Clothstore daría a entender que solo vende ropa y crearía confusión en sus clientes.
Descripción de la autora: Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital y especializada en comunicación on-line. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.
Twitter: @edigomben
La entrada 11 errores comunes que comete un emprendedor al elegir el nombre de su empresa aparece primero en Diario de Emprendedores.