Y luego están esas palabras que, cuando las oyes, frunces el ceño presa de la duda mientras desarrollas el siguiente diálogo interior: “¿Arremangarse existe? Bueno, si lo dice la vicepresidenta, que es una mujer muy cultivada, tiene que existir, claro. Entonces… ¿Pasará lo mismo con ‘arrascarse’? Porque a mí me suena igual de mal”.
Son esas palabras que originan polémica en las reuniones de amigos (si bien ahora con san Google en el ‘smartphone’ todas esas discusiones bizantinas son prácticamente cosa del pasado).
Recopilamos algunos de esos términos que hasta que no los ves en el DRAE, no te los crees:
PALABRO
La palabra palabro parece un palabro. Pero no, es el término para referirse a una “palabra mal dicha o estrambótica”.
ALMÓNDIGA
Tú te reías cuando oías a tu vecina de patio desde su cocina decir que iba a hacer “almóndigas”. Pues resulta que la buena mujer usa un término recogido por el DRAE, si bien el propio diccionario señala que está “en desuso” y es un vulgarismo. También puede que la hayas oído decir que ella las cocina “asín” . Ay, amigo, tu compañera de descansillo no es ninguna erudita, pero en ninguno de los dos casos ha cometido incorrección. ¿”Cocretas”? vale, ahí sí la has pillado. El DRAE solo admite como forma correcta croquetas. Todo se andará.
APECHUSQUES
En La Mancha, Andalucía y Murcia se utiliza este término para hacer referencia a los trastos, utensilios o cachivaches. No obstante, en la comarca de La Manchuela, “apechusque” se utiliza también para referirse a una “enfermedad repentina de la cual no se sabe muy bien la causa”, tal y como recoge ‘El Bienhablao’ y demuestra la famosa señora de Honrubia:
CULAMEN Y POMPIS
Culamen es una incorporación reciente al Diccionario de la RAE para referirse al culo. Una palabra que ya tiene unos cuantos sinónimos: trasero, pandero, posaderas, nalgas, pompis… Todas ellas recogidas en el DRAE. Sí, también pompis.
OTUBRE, CONCETO
Tanto reírnos de Manuel Manquiña y su “conceto” en ‘Airbag’, y resulta que está admitido. Eso sí, como forma “en desuso”. Lo mismo sucede con otubre para hacer referencia al décimo mes del año.
DESCAMBIAR
En contra de lo que mucha gente piensa, descambiar es correcto. Según el DRAE, es sinónimo de destrocar, esto es: deshacer el trueque o cambio. También es válido su uso, frecuente en la lengua coloquial, con el sentido de “devolver una compra“, ya que, tal y como explica el Diccionario Panhispánico de Dudas, “en definitiva, se trata de deshacer un cambio previo realizado en el momento de la adquisición, al entregar dinero a cambio del artículo
UEBOS
Sí, sí, lo que leen. Procede del latín opus, y el DRAE lo define como “necesidad, cosa necesaria”. De hecho, la expresión “Manda huevos” -que tan célebre hizo Federico Trillo cuando era presidente del Congreso- es en realidad una distorsión de ¡Manda uebos!, del latín ‘¡Mandat opus!’, es decir, ‘¡La necesidad obliga!’. Lo correcto sería sin h y con b.
ARREMANGARSE
Cierto es que en muchas regiones, como en Andalucía, no suena extraña esta forma, si bien remangarse está más extendida.
No sucede lo mismo con “arrascarse“, que es un vulgarismo muy extendido y que no está admitido.
Fotolog de anduim
ÑO. NORABUENA
Apócope de señor. Es tan correcto como norabuena para decir enhorabuena. Y si dices: “Norabuena, ño”, cierras el círculo.
Ño es además una interjección muy recurrente en Canarias, especialmente en plural: “¡Ños!”. Tanto que un supermercado lanzó una campaña cuyo lema era: “¡Ño! ¡Qué precios!”
ALBERICOQUE
Pues sí, al albaricoque también se le puede decir albericoque. No da licencia esto para pensar que todo el campo es orégano: ni “molocotón” ni “mondarina” están admitidos.
JONRÓN
Aunque en España suena raro, el término jonrón (de “home run”) no resulta tan extraño en países donde el béisbol es un deporte popular, como Venezuela o Cuba. ¿El plural? Jonrones, con perdón.
ABRACADABRANTE
Si se te agotan los sinónimos de sorprendente o desconcertante, siempre puedes sacar abracadabrante de la chistera.
TOBALLA
Cuando tenías tres años y te referías a la tela con la que te secabas como toballa, en realidad lo estabas diciendo bien. Toballa está admitida.
BLUYÍN Y YIN
Al reparar en que en buena parte de Hispanoamérica nadie habla de pantalones vaqueros, sino de “blue jeans”, la RAE decidió incorporar el término, eso sí, adaptando la grafía al español. Y ése es el resultado: bluyín.
GÜISQUI
He aquí otro caso similar al del bluyín. Nos permitimos fantasear con el momento de su inclusión:
– ¿Cómo incorporamos whisky al diccionario?
– Como suena
– Pues toma.
CAPUZAR, CHAPUZAR
Si nos lee desde el levante sur español, probablemente esta palabra le resulte de lo más normal. Del latín caput (cabeza) y *putere (sumergir), capuzar quiere decir exactamente eso: sumergir la cabeza en el agua. Y la acción y efecto de capuzar es un capuzón.
AGIBÍLIBUS o AGÍLIBUS
No es el nombre de la empresa de autobuses más rápidos de la zona.Agílibus hace referencia a la habilidad, el ingenio, a veces pícaro, para desenvolverse en la vida. Algo parecido a la “Inteligencia Emocional” que con tanto éxito acuñó Daniel Goleman.
PINCHAÚVAS
Si alguna vez te metes en una máquina del tiempo, viajas cuatro siglos atrás y te llaman pinchaúvas, que sepas que no te están diciendo precisamente “bonito”, sino más bien “hombre despreciable”, tal y como recoge la segunda acepción del DRAE. La primera, más literal, se refiere al “pillo que en los mercados comía la granuja, picándola con un alfiler, palillo u otro instrumento”.
APARTOTEL
Ni “apartahotel”, ni “aparthotel”. La forma correcta para referirse a un hotel de apartamentos es apartotel. Es un anglicismo que se ha adoptado tal cual.
QUITAIPÓN
Quitaipón o quitapón es “el adorno, generalmente de lana de colores y con borlas, que suele ponerse en la testera de las cabezadas del ganado mular y de carga”. No confundir con “de quita y pon”.
PAPAHUEVOS
Papahuevos es el papanatas de toda la vida. También conocido como pazguato, cándido o bobalicón.
ZANGOLOTEAR, ZANGOLOTINO
Zangolotear hace referencia a un movimiento continuo y violento, de una parte a otra sin concierto ni propósito. Niño zangolotino, tal y como recoge el DRAE, es el “muchacho que quiere o a quien se quiere hacer pasar por niño”.
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