En la actualidad podemos decir con certeza que las baterías de iones de litio gobiernan el mercado automotriz, pero eso no quiere que sean una solución perfecta. En este sentido, el principio de todas las baterías es que cuentan con un almacenamiento de sustancias químicas que transforman energía química en eléctrica. Estas sustancias puede ser plomo-ácido, cobalto, polímero de litio, entre otras, pero cuando se trata de vehículos eléctricos, realmente no hay ninguna elección. El litio es la única opción que cumple con los requisitos de densidad energética, potencia y longevidad.
No obstante, hoy en día en la industria automotriz se persigue vehemente el desarrollo de alternativas que permitan abaratar costos de producción y a la vez brindar un mejor rendimiento. Es aquí donde entran en escenas las baterías de iones de sodio. Este elemento es un potencial sustituto al litio y uno mucho más abundante en la tierra.
En tiempos recientes, los fabricantes de baterías han hecho avances en este campo, lo que nos lleva a creer que podrían llegar al mercado tan pronto como 2023.
Pasar de una materia prima tan escaza como el litio a una más abundante como el sodio, supondría una evolución en la industria automotriz, dando paso a la fabricación de baterías más económicas y, por lo tanto, de coches eléctricos más asequibles y una adopción acelerada de estos. Sin embargo, el problema es que ningún fabricante ha conseguido fabricar baterías de iones de sodio que sean comercialmente viables, hasta ahora.
Se viene la primera generación de baterías de sodio
Parece que todo está a punto de cambiar para bien, pues en días recientes hemos sabido de un par de fabricantes que vendrían a darle la vuelta a la tortilla. Uno de los primeros candidatos es LI-FUN Technology, que en junio de este año pasará a la producción de celdas de iones de sodio tipo bolsa para prototipos.La compañía explicó que sus prototipos alcanzan una densidad de energía gravimétrica de 140Wh/kg y volumétrica de 240Wh/I. Más interesante todavía es que técnicamente podrán cargarse al 80% en tan solo 15 minutos y que su esperanza de vida rebasa los 4.000 ciclos de carga, eso con una retención de capacidad del 88% a -20°C.
Asimismo, LI-FUN asegura que en 2023 se podrá comercializar la segunda generación de estas celdas de baterías con un buen volumen de producción. Por si fuera poco, la segunda generación podría alcanzar cifras más altas, hablamos de 160WH/kg y 280Wh/I en densidad de energía gravimétrica y volumétrica, respectivamente.
Naturalmente, la competencia no dejará que LI-FUN se quede con toda la diversión. Natron y Clarios International también han hecho avances importantes en este campo, pero cabe acotar que sus baterías se perfilan para otros usos industriales. El hecho de que estas celdas tienen una vida útil teórica de más de 50.000 ciclos de carga y descarga, les da muchas potenciales aplicaciones, pero el uso en vehículos es solo una posibilidad a futuro.
Baterías híbridas
Tener que elegir entre la tecnología de iones de litio o la de iones de sodio es un dilema que algunos fabricantes responden con un simple “ambas”. En este sentido, tenemos conocimiento de que CATL trabaja en baterías que combinan ambas soluciones en un solo paquete de celdas, lo que viene con el benéfico de aumentar el rendimiento global y la autonomía de los coches eléctricos.La propuesta de CATL promete de manera concreta densidad energética de 160 Wh/kg y carga rápida de hasta el 80% en solo 15 minutos, así como también una retención de capacidad del 90% a -20°C.
Por último, vale informar que esta compañía tiene ambiciones de hacer un despliegue de esta tecnología en 2023, ya que afirma que la adaptación de las líneas de producción no sería tan complicada.
GizLogic