En realidad, las keywords dentro del dominio influyen muy poco en el SEO de una web; por ejemplo, si buscamos un supermercado online, ninguno de los que aparecen en el top 10 tienen la palabra “supermercado” en el nombre del dominio, y en primera posición está Ulabox.com
Por lo tanto, no se obsesionen por meter palabras en la dirección de la web; las keywords influyen mucho más colocadas estratégicamente en otros sitios de la web. Para más información sobre cómo usar las keywords, aquí hay otro artículo publicado en Miratuweb.
La extensión del dominio A continuación, uno se pregunta qué extensión de dominio elegir, si el com, el es, el net,… Normalmente, el com se elige cuando se piensa en términos internacionales, además de por cuestiones de imagen (por su popularidad). Para Google, un sitio terminado en .com es por defecto una web orientada geográficamente a todo el globo. Por otro lado, si una determinada empresa solo tiene puestas sus miras en un mercado nacional, lo lógico y más efectivo es elegir la terminación del país en cuestión, ya sea Francia (.fr), España (.es) o Italia (.it), y entonces Google orientará la web automáticamente a dicho país.
También hay que aclarar que con las herramientas de Google Search Console podemos dirigir nuestra web hacia un país determinado, e incluso a varios distintos si tenemos un sitio multilingüe. De hecho, un dominio que acabe en .es puede posicionar y ser muy visible en países que no sean España. Curiosamente, en el caso español también existen las terminaciones cat (Cataluña), gal (Galicia) y eus (País Vasco).
Conclusión: el nombre del dominio debe ser breve y directo, con el nombre de nuestra marca, y es casi absolutamente innecesario añadir palabras clave. Al final, las webs más efectivas son las más fáciles de recordar, aquellas que el usuario reconoce por una sola palabra que identifica con nuestra imagen y los servicios que ofrecemos.
Recomendación: a efectos de proteger nuestra marca (el nombre que nos identifica), se suelen comprar varios dominios con el mismo nombre pero distintas terminaciones. Por ejemplo, si decidimos adquirir el dominio miempresa.com también es recomendable comprar miempresa.es, miempresa.net, miempresa.org,… Tantas extensiones como se deseen. La dirección miempresa.com sería la principal, alojando la web en ella, y el resto de dominios se redireccionan al .com, de tal forma que si alguien escribe miempresa.es, el navegador nos llevaría al .com automáticamente.
La contratación del dominio Una vez decidido el nombre de nuestro dominio, llega el momento de comprobar si está disponible, es decir, que a nadie se le haya ocurrido el mismo nombre y esté libre la dirección que deseamos para nuestra web.
Normalmente, todas las empresas de hosting ofertan el alojamiento web con un dominio incluido, y lo mejor siempre es contratar ese pack de dominio-alojamiento. Sobre los mejores hostings en España, puedes leer este artículo. Pero también es posible que, de momento, solo quieras registrar el dominio, sin alojamiento web, para ser el propietario del mismo y tenerlo reservado para el futuro.
El registro y contratación de un dominio es mucho más sencillo que la búsqueda de un hosting, ya que no tendremos que fijarnos en todas las características técnicas que tendrá el funcionamiento de nuestra web (un dominio no tiene capacidad en gigas, ni memoria, ni tecnología PHP, ni cuentas de correo, solo es un nombre que apunta a una dirección IP).
Atención: también hay empresas de diseño de páginas web que ofertan el dominio y alojamiento. Consejo: registrar el dominio siempre al margen del trabajo de diseño web, es decir, que nadie registre un dominio en vuestro nombre, que nadie pueda ser en el futuro el propietario, agente registrador o contacto administrativo de ese dominio (los problemas que esto puede conllevar en el futuro pueden ser muy graves, lo digo por experiencia).
La compra de un dominio solo debe tener estos factores en cuenta:
Contratar con una empresa de solvencia, que tenga reconocimiento y presencia en Internet Que nos permita el registro de privacidad en Whois, o sea, que nadie pueda acceder a nuestros datos personales como propietarios de ese dominio. Que incluya gratuitamente un certificado de seguridad SSL, es decir, que nuestra página web (cuando la tengamos) empiece por https con el candadito verde y el mensaje “Es seguro”. En términos de SEO es otro factor tenido en cuenta por Google, y absolutamente recomendable si piensas montar una tienda online (garantizando al usuario que está pagando en un sitio que incluye protección criptográfica cuando inserta sus datos bancarios). Dominios baratos Por lo demás, cualquier empresa es válida para registrar nuestro dominio, y hay cientos de ellas. Solo queda encontrar la oferta más atractiva y que cumpla los requisitos antes mencionados. Normalmente, el precio ronda los 10€ al año (con IVA sube un poco más).
Entre toda la oferta del mercado, existen opciones muy económicas, entre ellas Hostinger, que tiene su propia sección de Dominios baratos. Los precios varían (al igual que en otras empresas) si el dominio es un .es o un .com. En el caso de Hostinger, un .es se vende por el precio de 5,99€ anuales, y el .com sale por 7,99€. Son precios muy competitivos, y los dominios adquiridos poseen todas las características que hemos descrito anteriormente.
Por otro lado, la web de Hostinger posee un magnífico Domain Checker para comprobar la disponibilidad de nuestro dominio y todas las opciones posibles en extensiones. Es un buen sitio de partida para empezar a construir nuestra imagen en Internet.