Aunque nos encante tomar imágenes, existen momentos en los que nos desmotivamos y no encontramos razones suficientes para salir a la calle y sacar partido a nuestra creatividad fotográfica.
Cuando compramos una cámara nueva la ilusión nos invade. Tenemos ganas de hacer muchísimas fotos y de utilizarla en cualquier momento, pero esa alucinación inicial suele disiparse. También llegan momentos de bloqueo, en donde nuestra creatividad fotográfica se ve limitada.
Estar inspirado creo que es un elemento fundamental a la hora de tomar imágenes. Jugar con nuestro entorno y con las líneas que componen aquello que deseamos capturar, son elementos esenciales que finalmente configurarán la perspectiva utilizada en nuestra foto.
Sin embargo, a pesar de que nos encontremos en un estado donde nuestra creatividad fotográfica resulte escasa, sí que podemos intentar encontrar nuevos métodos para expandir nuestros horizontes. Por lo tanto, vamos a repasar una serie de consejos que podrían ser útiles en el caso de que tengamos un bloqueo artístico.
Busca la inspiración en otros
Podemos dedicarnos a ver a los grandes. Observar sus trabajos, sus fotos, conocer algo más sobre fotógrafos de renombre. Ya sea con libros, en exposiciones, o incluso en Internet. Mira con detenimiento cada foto, observa sus virtudes, piensa en cómo se tomó, qué decisiones se tomaron, qué escenarios? también lo puedes hacer no solo con fotografías, también con pintura, escultura, cine? es cuestión de encontrar la inspiración en otras artes, en el trabajo de otros. Esto ayuda a activar nuestra mente, a agudizar nuestra visión y enriquecer nuestra creatividad.
Al igual que para escribir adecuadamente debemos leer, para tomar buenas imágenes también debemos nutrirnos del trabajo de otros profesionales. Recurrir a autores clásicos como Ansel Adams, Cartier Bresson o Robert Capa, pueden ser opciones interesantes.
Asimismo, también existen otros fotógrafos más contemporáneos como Gregory Crewdson, David Lachapelle o Annie Leibovitz, cuyas imágenes deben ser consideradas como objetos dignos de estudio.
Prueba con el blanco y negro
A veces, los colores, en vez de ayudar a expresar lo que quiere transmitir una imagen, son simplemente un foco de distracción. El blanco y negro no sirve únicamente para darle un look antiguo a nuestras fotos, sino que nos permite resaltar texturas o jugar con los contrastes de una manera que no podríamos conseguir en color. Así que no tengas miedo de probar a ver cómo le sienta el blanco y negro a tus fotos.
Nuevos retos
En muchas ocasiones, el núcleo de la desmotivación se encuentra en el aburrimiento. En ese caso, proponernos algunos retos puede ser una solución adecuada para explorar nuevas temáticas en el ámbito fotográfico.
Hacer fotos de larga exposición, realizar timelapses, o probar a tomar fotos nocturnas pueden ser solo algunos de los experimentos que quizás no hayamos pensado. También debemos destacar la divertida técnica del light painting, donde podemos jugar con la luz de una forma inimaginable, practicar con el barrido…hay infinidad de técnicas mas sencillas de lo que crees.
Revisar nuestra colección
Tampoco debemos olvidar estudiar nuestras propias fotografías, aprender de los fallos y aciertos que hemos cometido, así como comprobar el progreso de nuestro trabajo. No hacemos fotos ni editamos igual que cuando empezamos a capturar imágenes, nuestra forma de percibir la realidad cambia, lo que también se traduce como una forma distinta de configurar la toma a través del visor.
Revisar nuestras obras puede ser una forma de analizarnos nosotros mismos, y valorar cuales deben ser los siguientes pasos que debemos tomar. Se trata de una forma de progresar intentando aprender de nuestro propio trabajo.
La fotografía como actividad social
A veces, el problema está en considerar la fotografía como una carga o trabajo para retratar nuestro paso por algún sitio. Creo que tomar imágenes también puede ser considerado como un complemento de nuestra actividad.
Incluso podemos organizar quedadas fotográficas con amigos que también estén interesados o recurrir a los numerosos grupos creados en las redes sociales. Asimismo, la fotografía puede ayudarnos, no solo a captar una simple imagen, sino también a conectar con nuestro entorno, a observar elementos tan simples como la fachada de un edificio o una carretera con un ojo clínico, capaz de encontrar un encuadre perfecto incluso en lugares donde aparentemente no existe.
Por lo tanto, aumentar la creatividad fotográfica es algo que también se cultiva, para ello solo necesitamos tener pasión y ganas de aprender, algo que sin ninguna duda se reflejará posteriormente en los resultados.
Explora las posibilidades de las texturas
Descubre la fotografía abstracta
La fotografía no va siempre de representar la realidad: podemos aprovechar los recursos que ésta nos proporciona para descubrir la fotografía abstracta, ya sea con composiciones geométricas, texturas o símbolos.
Exponer nuestras instantáneas
Aunque existen algunas instantáneas que guardamos para nosotros mismos, éstas suelen ser un número muy reducido. Si hacemos fotos suele ser para posteriormente mostrarlas a un público, el cual puede comentar aspectos que quizás incluso se nos hayan pasado a nosotros mismos.
Crearnos una cuenta en Flickr o 500px puede ser un incentivo que nos anime a seguir capturando momentos. Las críticas, tanto positivas como negativas, pueden servir como tema para iniciar un sano debate para valorar un aspecto concreto reflejado en esa toma.
Enfatiza la profundidad
Además de no mostrar texturas, la fotografía sigue siendo un arte bidimensional. Eso no quiere decir que no sea posible mostrar la tercera dimensión en nuestras fotos si enfatizamos la profundidad. Esto se puede conseguir de muchas maneras: con una sucesión de objetos que se alejan, con objetos en diferentes planos o con líneas que se dirigen al horizonte. Estas son las formas más sencillas, pero hay muchas más que puedes explorar.