Cualquiera que lea asiduamente el blog sabrá que soy bastante aficionado al retrogaming. Crecí en los 80 y 90, lo que ha hecho que adore todo lo relacionado con el mundo de Sega y Nintendo de aquella época.
Como la mayoría de chavales de entonces, mi primera toma de contacto con los videojuegos nipones de 8 bits fue con una de esas consolas de imitación que vendían en las tiendas de electrónica. Eran una maravilla, no solo porque fueran más baratas, sino porque traían cartuchos tipo “300 juegos en 1” que te permitían disfrutar de un catálogo con horas y horas de juego. Y eso para un niño de 10 años era gloria bendita.
Dentro del auge del retrogaming que vivimos hoy en día, podríamos decir que ese hueco lo están cubriendo todas esas consolas chinas nacidas al albor de la exitosa mini NES que lanzó Nintendo en 2016. Traen un montón de juegos, tienen un diseño muy parecido al original y suelen ser bastante más baratas.
Retrogaming chino: consola mini de 8 bits tipo NES con 2 mandos y 621 juegos
Mi idea para esta sección es realizar una serie de artículos para crear un “mapa” del retrogaming chino, analizando algunas de las consolas clónicas más destacadas del momento.
Tengamos en cuenta que nunca van a alcanzar el nivel de calidad de la original, eso está claro. Y aunque algunas son tirando a chuscas, también es verdad que hay otras que tienen ciertas características que las hacen bastante interesantes, como la Mini NES clónica que analizamos en el post de hoy. ¡Vamos allá!
Diseño y acabado
El gran punto destacable de este sistema es que a diferencia de otras consolas retro baratas o de imitación de la NES, esta incluye una salida HDMI para conectarla a la TV. Lo habitual es encontrarse con consolas con salida AV, así que solo por este factor ya estamos ante un dispositivo que sobresale por encima del resto.
A nivel de diseño es muy parecida a la Nintendo Classic Mini, con cambios muy ligeros como la ubicación invertida de la banda frontal y los puertos de conexión para los mandos. La alimentación se realiza mediante un cargador conectado a una entrada micro USB y cuenta con botón de encendido y reset. En este sentido es de lo más fiel que podemos encontrar al producto primigenio.
Mandos y cableado
Una de las ventajas más notables de esta consola es que trae 2 mandos (algo que no veíamos en la mini NES original). Aquí siempre suele haber polémica, ya que el acabado del mando es uno de los apartados que más se resiente en este tipo de dispositivos de bajo precio. Por suerte, este sistema cuenta con unos mandos de lo más resueltos: cómodos de agarrar, con 2 botones extra en modo turbo y unas pulsaciones francamente satisfactorias, incluso después de varios minutos de juego.
Cabe destacar que también atajan uno de los mayores problemas de la consola original, y es que el cable de los mandos aquí es bastante más largo, permitiendo algo más de espacio entre la pantalla del televisor y el jugador.
Juegos
Vayamos ahora a la “chicha” de la consola. ¿Qué hay de los juegos? ¿Hay 621 juegos realmente o están repetidos? ¿Son todos originales?
Bien, lo cierto es que aquí hay algunas luces y sombras. Los 621 juegos que viene preinstalados en la memoria interna de la consola son todos únicos y no hay ninguno repetido. También están todos los títulos clásicos de la era de los 8 bits, creo que faltan algunos juegos, pero por lo general la selección es bastante acertada e incluye algunas sorpresas interesantes como el “Mighty Final Fight” de 1993.
Pero como no podía ser de otra forma, también hay un punto de bizarrismo en los juegos que no podemos pasar por alto. Algunos juegos son mods de títulos conocidos, como el “Mario 14” que es una suerte de Mario Bros con los sprites de los enemigos cambiados: Kirbys y Pikachus en lugar de goombas y plantas carnívoras. Cosas así, que en el fondo no dejan de ser anecdóticas y hasta divertidas en un momento dado.
Experiencia de juego
En líneas generales la experiencia de juego resulta positiva. Tenemos 2 mandos –lo que significa que podemos jugar a dobles-, la salida HDMI nos permite visualizar los juegos en formato 16:9 (algo que no desentona curiosamente, teniendo en cuenta que fueron concebidos originalmente en 4:3) y el catálogo de juegos es amplio y bastante bueno.
La única pega inevitable respecto a la consola original es que no tiene sistema de guardado para los juegos. Si reseteamos el juego volvemos a la pantalla de inicio, igual que en las máquinas clásicas de los 80.
Otra cosa que ayuda a mejorar la experiencia de juego, teniendo en cuenta el gran catálogo que maneja, es que los títulos están clasificados por género. Aunque luego muchos de ellos los han metido directamente dentro de la categoría “Puzzle” (por alguna razón que todavía desconozco).
Respecto a los juegos como tal, todos los que he probado han funcionado correctamente, si bien alguno ha glitcheado en algún momento dado, la mayoría corren fluido y sin problemas y podemos tirarnos unas cuantas horas tranquilamente divirtiéndonos de lo más cómodo.
Precio y disponibilidad
Actualmente esta interesante consola HD de 8 bits tiene un precio de 23.28 euros, unos 26.49$ al cambio, en TomTop. Una relación calidad-precio que añade un plus importante para aquellos que buscan un regalo a buen precio o saciar su sed de nostalgia retro con una de estas máquinas.
En definitiva, una experiencia de juego más que aceptable para un dispositivo que intenta emular el éxito de su “hermana mayor”, con varios aciertos en el camino, como la salida HDMI, la longitud de los mandos, y un volumen de catálogo con muchísimas horas de juego.
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