En los tiempos en los que yo estudiaba en el colegio, la materia tenía tres estados, solido (como las piedras), líquido (como el agua) y gaseoso (como el butano de nuestra cocina), pero ahora resulta que existe un cuarto estado, el plasma.
El plasma es eléctricamente neutro de partículas negativas y positivas, por lo cual la carga eléctrica del plasma seria cero.
Cuando estas cargas se mueven generan corrientes eléctricas, las cuales son afectadas por campos magnéticos.
El plasma no es más que un gas calentado, al cual sus átomos se le ionizan perdiendo o aumentando su número de electrones.
La ionización puede provocarse por un fuerte campo electromagnético, provocado por un láser, por microondas, o por la aplicación de un campo eléctrico en su gas.
El plasma al igual que los gases, no tiene forma, ni volumen definido, a no ser que este en el interior de un recipiente, donde toma la forma del recipiente.
El plasma se diferencia de los gases por que bajo la influencia de corrientes magnéticas adquiere forma de filamentos, vigas y capas dobles.
Ejemplos de plasma son; la estrellas (el Sol), los rayos de una tormenta, la ionosfera, la aurora boreal, las pantallas de algunos televisores, el interior de los tubos fluorescentes, etc.
Las aplicaciones de este cuarto estado de la materia son: la electrónica gaseosa (fluorescentes, luces de bajo consumo…), la fusión termonuclear controlada, la física del espacio, la astrofísica moderna, la magnetohidrodinámica, la propulsión iónica, los plasmas de estado sólido, láseres de gas…
Aunque a muchos solo nos suena el plasma solo a las pantallas de las primeras televisiones de pantalla plana, China en el año 1.979 ya jugaba con estos juguetitos.
Se supone que en el año 1.979, China estaba desarrollando una potente y novedosa arma, la bomba de plasma, esta bomba sometería a la materia a elevadas presiones consiguiendo hacer inestable la materia, con lo cual se conseguiría una tremenda explosión que vitrificaría todo lo que rodee dicha explosión, a cientos o quizás, a miles de kilómetros.
Quizás el Cern (Conseil Européen pour la Recherche Nucleair) situado en Ginebra (Suiza, un gran laboratorio fundado por 12 países europeos en el año 1.954 pueda servir para desarrollar armas de este tipo.
Este laboratorio, el Cern lo forman 20 países, otros 28 países colaboran, trabajando en el proyecto unos 220 científicos destacados de diversos países.
El año 1.984 recibieron el premio Nobel de Física Carlo Bubbia y Simón Van de Meer por descubrir las partículas elementales hipotéticas W y Z (bosones), ambos científicos del Cern.
1.992 Georges Chapak, también científico del Cern, recibe el Nobel por inventar y desarrollar los detectores de partículas (cámara proporcional multihilo).
El Gran Colisionador de Hadrones (Gch) consiste en un acelerador y colisionador de partículas para la investigación nuclear y se halla en el Cern.