Hace algunos años ya que Internet llegó para quedarse en nuestras vidas. Entró como un completo desconocido y pasó, en poco tiempo, a ser parte esencial de nuestro día a día. En Internet chateamos, buscamos información, vemos películas, series… Cada vez lo utilizamos para más cosas. Ya hasta controlamos nuestras cuentas bancarias, compramos por Internet y damos datos y contraseñas con frecuencia. Por eso hoy nos preguntamos si Internet es seguro y si…¿De verdad debe preocuparnos nuestra privacidad en Internet?
Deberíamos vigilar el uso que hacemos de nuestro móvil
Está claro que a los padres de muchos menores les preocupa lo que sus hijos hagan con el móvil o en redes sociales. Que tengan cuidado con quien hablan, que vigilen lo que dicen o incluso que tengan mucho cuidado con cierto contenido. Nos centramos mucho en los menores, pero quizá los adultos también tendríamos que preocuparnos por nuestra privacidad. Aunque pensemos que los datos y conversaciones son privadas, todo lo que se sube a Internet queda ahí para siempre, por mucho que intentemos borrarlo. Puede parecer que Internet nos da libertad y que esta a su vez es privada, pero no siempre es así. Puede aparentar que todo lo que hablamos en nuestro smartphone es privado, pero seguro que sabemos que el gigante de EE.UU. lo controla todo. Ya en un artículo anterior de Gizlogic nos preocupábamos sobre el binomio Seguridad Vs Privacidad. Y hoy nos planteamos si de verdad debe preocuparnos nuestra privacidad en Internet.
La perdurabilidad de Internet
Creemos que una vez que eliminamos algo de una red social desaparece para siempre. Que cuando borramos una conversación ya no existe o simplemente que cuando eliminamos una entrada de nuestro blog todo deja de tener rastro. Posiblemente ante nuestros ojos esto sí sea así, pero ante los de Internet no tiene nada que ver. Seguramente habréis oído hablar de la Nube, ese espacio de almacenamiento virtual. Pues bien, siempre que subimos algo a Internet pasa a un espacio parecido a la Nube, donde queda durante más tiempo del que creemos.
Veamos es muy probable que yo suba una foto a Instagram por ejemplo, compartiendo algo que estoy haciendo. Muchos de mis seguidores pueden ver esa foto, compartirla e incluso guardársela. Puede que me arrepienta de haber subido la fotografía a los 5 minutos y la borre rápidamente. Aunque creamos que ha desaparecido para siempre no es así, alguien ha podido guardar en su móvil, hacerle captura e incluso en el registro de actividad de nuestra cuenta ha quedado guardada esa foto.
La privacidad en redes sociales no es lo que parece
Con esto no queremos decir que debamos preocuparnos por nuestra privacidad en Internet, pero quizá si que hay que meditarla. Si no somos personas famosas o no nos molesta que circulen por ahí las fotografías o vídeos que subimos a la red no tenemos ningún problema. El problema se produce cuando sí que nos puede molestar o se trata de menores. Aunque tengamos nuestra red privada, es muy probable que lo que subimos llegue a personas ajenas a nuestra red o grupo de seguidores.
La libertad de las redes WiFi abiertas
Las redes WiFi abiertas proporcionan libertad para chatear, surfear, investigar…por Internet. ¿Pero son seguras? Muchas de estas redes funcionan mediante un sistema bastante inestable. Se basa en un método mediante el cuál nuestros datos están expuestos ante todos. Es decir, en muchas ocasiones, al usar una red WiFi pública o abierta permitimos a otros entrar en nuestros datos compartidos. Quizá no haga falta ser un hacker para poner en riesgo nuestra privacidad en Internet.
No sabemos hasta que punto son privadas las redes públicas
Estas redes públicas o abiertas proporcionan al usuario banda ancha para pasar el tiempo en Internet. Pero el usuario no sabe que no son muy seguras. Quizá con un buen antivirus podamos limitar los riesgos a los que estas redes someten a nuestra privacidad en Internet. Pero lo mejor es siempre utilizar estos servicios de forma orgánica. ¿Qué queremos decir con esto? Que lo ideal cuando utilicemos estas redes o servicios es que intentemos no introducir contraseñas o datos que puedan ser interesantes para los hackers. Como por ejemplo, los datos de nuestra tarjeta de crédito o de nuestra cuenta bancaria. Lo mejor sería usar estas redes para buscar información, contestar correos o simplemente entrar en Internet por diversión.
¿Nos vigilan?
Lo comentábamos en un artículo anterior de Gizlogic. La realidad actual es que vivimos sometidos a riesgos continuos, ya no solo contra nuestra privacidad en Internet, si no también en la vida física. Para ello, los Gobiernos quieren controlar nuestra vida al máximo, para ahorrarse futuros peligros, asesinatos, ataques terroristas o atentados. Por eso, instituciones como el FBI han pedido a Apple y a Google que les dejen entrar en nuestros teléfonos para pararle los pies al crimen. Estas empresas codifican sus dispositivos de tal modo que la privacidad del usuario está por encima de su seguridad. Es decir, lo importante aquí no es el Gobierno ni su función de vigilancia, si no el consumidor de Apple o Google y su privacidad.
¿Son privadas nuestras conversaciones?
Aquí se genera un conflicto interno. No sé si se habrán dado cuenta, pero hace unos meses, la aplicación WhatsApp nos informaba de que nuestros mensajes estaban cifrados y que todo lo que hablásemos era privado. ¿Eso quiere decir que antes no lo era? No sabemos si lo era o no, lo que sí que sabemos es que ahora nos informan de que sí que lo es y eso nos lleva a pensar varias cosas. Lo primero de lo que nos damos cuenta es que si ahora son privados es posible que antes estuviesen a la vista de alguien. Esto nos hace plantearnos quién era ese alguien que nos espiaba, teniendo en cuenta las intenciones de seguridad de los gobiernos podemos a llegar que eran ellos.
Privacidad en internet: la privacidad es única
No sabemos si nuestra privacidad en Internet es total. Tampoco sabemos cuánto de privada es nuestra vida en la red. Lo único que sabemos es que detrás de Internet hay cientos de ojos viendo lo que hacemos. Si nos preocupa que nuestra vida deje de ser privada para ser totalmente accesible por los demás, tendríamos que poner remedio por nosotros mismos. Por tanto, el primer paso para lograr privacidad en Internet es trabajar por nosotros mismos, vamos a pensarnos todo lo que ponemos en la red, quizá haya algo que queramos guardar para la intimidad.
GizLogic