El alto impacto de los drones en los sectores productivos

Las cifras hablan de un importante despegue en los próximos años, ya que se trata de una tecnología que aumenta sus usos y beneficios para la industria, la construcción y la energía. Las cámaras termográficas sobre drones, por ejemplo, permiten obtener informes de gran utilidad para el mantenimiento y la seguridad de cualquier sector industrial y tecnológico.

Hace algún tiempo que nos hemos acostumbrado a ver volar por lo alto algún dispositivo RPAS (del inglés Remotely Piloted Aircraft System), más conocidos como drones. Ý es bueno que nos acostumbremos: de acuerdo a las estadísticas, el uso de esta tecnología aumentará considerablemente en los próximos años.

Aunque para muchas personas los drones estén ligados a actividades de ocio, los diferentes sectores productivos han descubierto hace tiempo una enorme cantidad de utilidades para sus actividades diarias.

Uno de los mejores ejemplos son las cámaras termográficas sobre drones que se plantean como una solución inteligente para detectar averías y realizar tareas de mantenimiento de plantas fotovoltaicas, edificios, aerogeneradores o centrales eléctricas en un tiempo record.

En este artículo analizaremos las diferentes aplicaciones de los drones para la industria, así como sus perspectivas actuales y futuras en el marco de la legislación y los planes estratégicos.

España encabeza la investigación, el desarrollo y la legislación sobre drones

Según el Plan Estratégico para el desarrollo civil de los drones en España 2018-2021, Europa lidera junto a Estados Unidos la investigación y producción de esta tecnología. Y España se ubica en segundo lugar entre los países europeos, solo después de Francia.

“Nuestro país ha sido capaz de posicionarse en los primeros puestos del sector de los drones a pesar de no estar entre los primeros puestos en el ranking por volumen de inversión en programas de investigación y desarrollo”, explica el informe.

Paralelamente a los planes estratégicos que pretenden aprovechar al máximo el impulso del sector, la nueva normativa de drones de AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), amplía las posibilidades de vuelo profesional y, por lo tanto, los productores tienen aún más posibilidades de uso para sus comercios e industrias.

De hecho, el régimen jurídico establecido atiende al actual desarrollo de la técnica y las necesidades de la industria del sector, garantizando que las operaciones de RPAS se realicen con los niveles necesarios de seguridad para la propia operación y para terceros.

Seguridad y productividad: Los drones llegan allí donde es necesario llegar

Pero, ¿cuáles son los usos concretos de esta tecnología en el sector productivo? Los drones tienen una gran diversidad de usos y la mayoría de ellas tienen que ver con la inspección de infraestructuras industriales, energéticas o de redes eléctricas, así como la estimación de impacto visual de grandes obras.

“El empleo de nuevos materiales, más ligeros y flexibles, el desarrollo de baterías de menor peso y con una mayor capacidad, unido a la miniaturización y abaratamiento de la electrónica, así como el desarrollo de nuevos sensores, hacen posibles plataformas cada vez más potentes, versátiles y con mayores capacidades para la captura y proceso de datos”, explica el Plan Estratégico para el desarrollo civil de los drones en España 2018-2021. Por otra parte, “el empleo de nuevos actuadores mecánicos embarcados, permitirá que en un futuro próximo puedan realizarse tareas en lugares de difícil acceso o peligrosos”, agrega el documento.

Cámaras termográficas sobre drones

Tal y como mencionamos anteriormente, el dron permite evitar averías y dar mantenimiento en espacios hostiles o demasiado amplios y complejos.

Debido a que gran parte de los fallos en equipos eléctricos, mecánicos o electrónicos, evidencian un aumento importante en su temperatura antes de que den fallo, las cámaras termográficas sobre drones posibilitan captar patrones de calor, facilitando la tarea de encontrar las posibles anomalías o averías. 

Una cámara termográfica en una planta fotovoltaica, por ejemplo, percibe los puntos calientes que pueden evidenciar diodos defectuosos, cortocircuitos en las células solares, acumulación de humedad y suciedad, roturas en los cristales, pérdida de potencia, etc.



De igual manera, una cámara termográfica en una central eléctrica es capaz de detectar los fallos más habituales por sobrecalentamiento de los elementos debido a una alta resistencia, que aparece normalmente en conexiones dañadas, defectuosas o desgastadas. La solución temprana puede evitar incendios.

La aplicación de cámaras termográficas sobre drones, es uno de los muchos usos de esta tecnología en el sector de la energía. Por ello, sus perspectivas futuras son muy positivas.

“Previsiblemente en 2035, cada instalación de generación de energía, tendrá 1 dron monitorizando su funcionamiento de forma permanente que realizará la toma de datos de forma continua”, indica el Plan Estratégico mencionando.

El crecimiento viene ligado a la actividad productiva

Aunque el ocio y otros fines de esparcimiento brindan impulso al sector de los drones, el verdadero despegue del sector va de la mano con su aprovechamiento cada vez mayor en la industria, la construcción, la agricultura y la minería.

Según el citado Plan Estratégico, se percibe un “rápido crecimiento actual en operaciones dentro del alcance visual debido a los usos en minería, entretenimiento e inspección de instalaciones”, pero “el potencial de crecimiento hasta 2035 vendrá motivado fundamentalmente por las operaciones más allá del alcance visual en agricultura, paquetería, seguridad y salvamento”.

En el futuro, los drones desempeñarán un importante papel en la realización de las tareas de control de avance de obras y de explotaciones mineras, permitiendo realizar de forma rápida y precisa la toma de medidas y los cálculos. El impacto económico estimado para este segmento es de 93,75 millones de euros en 2035.

En definitiva, los drones son una tecnología que impulsa la productividad y la seguridad en cualquier sector productivo. Sobran los motivos para incorporarlos a nuestro espacio aéreo.

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