Si tenemos varios dispositivos electrónicos en casa es probable que nos hayamos hecho con una colección de cables y cargadores más que importante. Teniendo en cuenta que casi todos los cargadores utilizan un puerto USB-A, eso significa que le podemos conectar cualquier cable con terminación en USB-C o microUSB y lo más probable es que podamos cargar el móvil sin problemas. Todo ello independientemente de si estamos utilizando o no el mismo cable y cargador que trae de serie el teléfono. Ahora bien, ¿es peligroso? ¿puede dañar la batería utilizar el cargador de otro móvil?
Lo primero que tenemos que decir es que usar el cable o el cargador de alimentación de otro dispositivo no va a estropear nuestro smartphone. Aunque eso sí, dependiendo de la calidad de los mismos, puede que tengamos algún que otro problema.
Perderemos la garantía
Generalmente los fabricantes de móviles recomiendan usar siempre el cargador que viene de serie en la caja del teléfono. Es por eso que si tenemos algún problema con la batería y decimos que hemos usado otro cargador, lo más probable es que en el 99% de los casos la garantía no nos cubra la reparación. Es algo que tiene bastante sentido, ya que todos los terminales fueron diseñados para funcionar con su propio cargador específico, y si le enchufamos otro accesorio de carga desconocido, por muy compatible que sea, siempre va a ser “un componente extraño” dentro del sistema original.El móvil se cargará más despacio
Si entramos un poco más al detalle, veremos también, que en fondo todos los cargadores de móviles funcionan igual. Transforman la energía alterna de la red eléctrica en corriente continua, reduciendo el voltaje a unos valores adecuados para realizar la carga del teléfono.Los cargadores de móviles estándar suelen tener una carga mínima de 5V y 2A (10W). Además, también suelen incluir otros modos de carga más rápidos, para completar el proceso de recarga de la manera más eficiente posible. Por lo general, suele haber un modo de carga baja, uno intermedio y otro rápido.
Así, el móvil utiliza los valores de carga más rápidos al principio, para obtener más mAh lo más rápido posible. A partir del 75% del repostaje pasa a una velocidad de carga intermedia para no forzar la batería, siendo a partir del 90% el momento en el que más despacio se realimenta.
Dicho esto, cuando utilizamos un cargador que no es el que venía de serie con el teléfono, lo que hace el móvil es usar los valores de carga mínimos para no dañar la batería. Lo cual a efectos prácticos no es peligroso, pero sí que ralentiza notablemente el tiempo de carga.
La clave está en el procesador (del móvil)
Al final, el que da las órdenes y decide la velocidad de carga es el procesador del móvil. Por eso, no nos servirá de nada utilizar un cargador con carga rápida si nuestro teléfono no está habilitado para ello.Pero tranquilos, tampoco hay peligro de que rompamos un móvil por usar un cargador con Quick Charge, ya que en casos así, el procesador solo pide se envíe la carga mínima (tal y como hemos visto en el punto anterior).
Cuidado con los cables y cargadores de baja calidad
¿Pero qué pasa si el cargador envía demasiada potencia o demasiado poca? En estos casos el procesador simplemente detiene el proceso de carga. Cuando no hay un buen balance energético, lo más probable es que el móvil simplemente no cargue y ya está.Pero ojo, porque si tenemos algún cable o cargador baratillo de poca monta, este puede sobrecalentarse, quemarse o soltar alguna chispa, y eso ya es más peligroso. Por tanto, en este sentido siempre es más recomendable comprar un cargador de calidad (y a ser posible de alguna marca conocida): pueden ser un poco más caros, pero a la larga salen mucho más rentables.