Todas las semanas aparecen noticias extrañas en el mundo de la tecnología pero probablemente pocas alcancen los niveles del proyecto que está desarrollando Palmer Luckey, el fundador de Oculus VR. Se trata de un casco de realidad virtual que traslada la muerte en un videojuego hacia la vida real.
El concepto de “muerte permanente” se utiliza habitualmente en el mundo del gaming como una forma de perder todo el progreso realizado en un videojuego al morir, aunque la idea de este desarrollador es todavía más extrema al trasladar la muerte a la vida real mediante una serie de ataques al sistema nervioso. Lo cierto es que su creación se inspira en la premisa de una serie de novelas japonesas.
Un proyecto personal tras su salida de Oculus
La tecnología de Sword Art Online podría existir en la realidad
Luckey fue el fundador de Oculus pero rápidamente vendió la compañía a Facebook por nada menos que 2 mil millones de dólares en 2014, mientras que la abandonó completamente tres años después para crear una firma contratista de defensa llamada Anduril Industries.
Para este proyecto se ha inspirado su creación en la popular serie de novelas japonesas Sword Art Online, en la que los jugadores se encuentran encerrados en un entorno de simulación de combate de realidad virtual y si fallecen dentro del juego también lo hacen en la realidad. En dichas historias, los personajes basan su conexión en un sistema llamado “NerveGear que consiste en una serie de cargas integradas en el casco que explotarán y destruirán el cerebro del usuario.
Palmer Luckey indicó al respecto en su blog personal “La buena noticia es que estamos a mitad de camino de hacer un verdadero NerveGear. La mala noticia es que hasta ahora, solo he descubierto la mitad que te mata. La mitad perfecta de la ecuación de la realidad virtual todavía está a muchos años de distancia”.
Luckey afirma que este es el único auricular VR que existe que puede matar al usuario, pero para tranquilidad de todos deja en claro que es una tecnología que nadie ha usado, ni lo hará nunca, pues solo se trata de arte de oficina.
Vía / Veredict
GizLogic