Porque sí, las orejas son picudas y respingonas como las de los gatetes, pero el conjunto tiene un algo que me huele a perro. La tarde del martes dio para seis pelusas y no descarto seguir ampliando la familia, de momento tenemos hasta un perro cocinero, además, aproveché que hace poco rescaté a mi Turca del armario de los peluches para hacerla una protagonista más de las fotografías y acompañante de las ilustraciones.
La técnica es la que vengo empleando últimamente, dibujo a bolígrafo de gel negro y toques de color con lápices de colores acuarelables. La cajita de estos lápices forma parte ahora de mi pequeño tesoro, por muy simplón o chorra que sea el dibujo siempre me apetece darle un poco de color y pincel, definitivamente estoy obsesionada con los efectos acuarela.
¿Os parecen perros? Me ha costado caracterizarlos como tal porque al principio la idea era conseguir gaticos peludos (muy raro en mi, ¿verdad?) Igual realmente no son más que motas de polvo con ojillos y una cara adorable que ruegan que no les pases el plumero por encima.
¿Con cuál de todos os quedáis?
PD: Aunque he cambiado un poco los colores del blog la estructura y categorías siguen siendo las de siempre, además he incluido un índice de post en la barra lateral para que sea más fácil encontrar las cosas, ¡espero que sea todo de vuestro agrado! (;