Si cometéis el error de presentados en Rovinj en lo que pensáis que es un día cualquiera, a primera hora, precisamente en la semana de la "Red Bull Air Race" y resulta que ese día es festivo (¡¡anda que no somos oportunos!!) os pasará como a nosotros, después de recorrer los tres parkings públicos del pueblo nos tuvimos que ir porque ahí no había quien aparcara... Claro que, salvo por la horita que perdimos, mucho mejor, porque volvimos dos días después, ya por la tarde, nos tomamos el helado de rigor (los helados en Istria, por cierto, casi casi a la altura de los de Italia, será por ese breve pasado italiano, supongo) y nos dimos un paseo al atardecer la mar de agradable y además vimos un par de aviones ensayando piruetas para la carrera.
Rovinj empezó siendo una isla, hasta que en el S. XVIII alguien decidió rellenar el canal que la unía al continente, y así ha quedado hasta hoy. Es un pueblito pequeño, sin grandes monumentos o paradas obligatorias, salvo el casco antiguo, por el que da gusto pasear y quizás la Basílica de Santa Eufemia, que en sí no es especialmente bonita -ni fea- pero está en lo más alto del pueblo y desde allí la vista del Adriático es maravillosa.
En el puerto hay muchos restaurantes que sirven pescado y marisco fresco, pero no puedo recomendar ninguno porque nosotros para ese día teníamos otros planes, aunque seguro que hay sitios estupendos.
La siguiente parada es Porec, famoso por su Basílica Eufrasiana, del S. XIII y con un casco antiguo muy, muy agradable, con su puerto y sus barcos de rigor.
En Porec hicimos una pequeña pausa para tomar un cafelito, al más puro estilo vienés (¡odio la leche pero me pierde la nata!) y el obligado helado, y luego continuamos hacia el norte, camino a Novigrad, el siguiente pueblo de la lista.
Este pueblo es menos turístico que los anteriores y por eso conserva aún más si cabe su ambiente de puerto pesquero. Es minúsculo, pero la fama de sus piscinas naturales de aguas cristalinas traspasa fronteras, y esa fue la principal razón para que fuéramos hasta allí, para inaugurar oficialmente la temporada de baño al aire libre.
Parece que el agua no estaba precisamente lo que se dice caliente...
¡Yo también estuve en Istria!
Como curiosidad os cuento que todos los pueblos en Istria tienen una doble nomenclatura, en croata y en italiano. Así que Novigrad también es conocida como Cittanova y así lo veréis en todos los letreros por las carreteras. ¡Aunque de nueva tiene más bien nada!
Me queda hablar del parque natural de Premantura, donde pasamos un día completo, y de las islas Brijuni, pero creo que mejor lo dejo para otra entrada, que esta ya se está alargando demasiado.
¡Feliz domingo!