Pero para mi sorpresa, cuando me puse a ello, me encontré con esto...
Y mira que toqué los ajustes... histograma, autoexposición, brillo, contraste, saturación... nada, que me tocó un negativo rebelde, y no era la primera vez que escaneaba este carrete (Lomography xpro) y aunque suele tirar hacia tonos verdes, nunca me había quedado este color tan feo.
Sinceramente sigo sin saber qué le pasó. Me da la sensación de que las fotos quedaron subexpuestas (utilicé la Diana F+ en una zona con poca luz), sin embargo en algunas fotos parece como si hubiera una doble exposición, lo que normalmente hace que la foto quede algo sobreexpuesta... si alguien sabe qué puede ser, que me lo diga en los comentarios por favor.
Tras varios intentos de escaneados fallidos desistí y hasta tiré el negativo a la papelera (para la próxima lo llevo al punto limpio que después leí que se deben llevar allí). Justo ese día hablé con mi amiga Mery de otro tema, pero casualmente salió el tema del escaneado y me dijo que ella podía intentarlo, así que cuando nos vimos le llevé el carrete y probó con su escáner (el mismo que el mío, el Epson V500), pero tampoco conseguimos nada. Hasta que se le ocurrió la de idea de escanearlo en monocromo (blanco y negro), ya que a ella le había funcionado en anteriores ocasiones.
Probamos y ¡voilá! funcionó. Es increíble cómo al escanear de esta manera, el negativo pasó de ser verdes a tener matices de otros colores. Me lo llevé a casa y lo escaneé siguiendo sus consejos. No es el mejor carrete que he hecho, pero al menos lo he conseguido salvar.
Hay gente muy purista en el tema del escaneado, pero yo creo que un buen escaneado sin forzar demasiado los ajustes puede llegar a salvarte una foto. Y si no, que me lo digan a mi cuando llevaba las fotos a una tienda donde pensaban que la lomografía era subir el tono de verde en los ajustes de color...jajaja.