Es por ello que el correcto uso de la luz en una fotografía puede ayudarnos a resaltar o disminuir detalles en una imagen, también nos ayuda a que se puedan visualizar las texturas y a lograr una adecuada escala de tonalidades. La luz es determinada en una cámara fotográfica por tres factores: El obturado, que regula la el tiempo que estará expuesta la película, el diafragma que controla la cantidad de luz que entra, y la sensibilidad a de la propia película.
Pese a que todos estos factores son importancia, tanto el obturador como el diafragma, cobran especial relevancia ya que son, en definitiva, los mecanismos que controlan la cantidad de luz que llega a la película.
Otro factor que se debe tener en cuenta, es la dirección desde la que llega la luz, ya que dependiendo de la dirección, la luz puede crear un efecto u otro. Por ejemplo, si la luz nos llega desde el frente, el objeto no tendrá sombra, incluso, en el caso de que sea luz solar, puede darse el caso que el objeto quede totalmente irreconocible, con un fondo muy luminoso y el objeto fotografiado totalmente oscurecido.
Todo esto denota la importancia que la luz y el cómo llega al material fotográfico determina el resultado final de una imagen. Es por ello que a lo largo de la historia de la fotografía ha sido uno de los temas más estudiado por los fotógrafos.
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