La aplicación española Radar COVID ya ha aterrizado en algunas comunidades, como Andalucía, Cantabria, Aragón y Extremadura, tras unas semanas de pruebas en la isla de La Gomera. El soporte llega a nuestros teléfonos móviles para rastrear vía bluetooth a la población que experimente síntomas de la enfermedad, así como alertar al entorno en riesgo mediante un sistema de avisos que calcula la incidencia y el volumen de exposición. La aplicación, que ha desembarcado en las plataformas de descarga móviles este mismo mes de agosto, todavía deberá esperar a la integración autonómica total para que su funcionamiento se extienda al conjunto del territorio español. Aseguraba Carme Artigas, secretaria de Estado de digitalización, que "las apps de rastreo de contactos son una oportunidad de innovación sin precedentes" y, con ello, calculaba que la ventana de implantación en el resto de España podría abrirse a partir del 15 de septiembre.
Pese a las dificultades experimentadas por muchos dispositivos que no podían, siquiera, iniciar la descarga (requiere iOS 13.5 o superior), la aplicación suma cientos de miles de descargas en Play Store y sigue siendo la tendencia número 1 en la sección de Salud y forma física de AppStore.
Radar COVID se suma, así, al listado de aplicaciones de rastreo que ya han empezado a funcionar en varios países europeos de nuestro entorno más cercano, aunque, de momento, los resultados son dispares.
Italia fue el primer país mediterráneo en implementar una aplicación de rastreo a nivel usuario. Su Immuni, lanzada el 1 de junio, ha sentado las bases sobre las que se ha erigido, entre otros, el soporte en nuestro país. Con una interfaz similar a la app española, la plataforma emplea el sistema bluetooth de baja energía para evitar invadir la privacidad del usuario mediante la localización por GPS.
"Immuni vincula un código a cada teléfono. El código se genera de forma aleatoria y no contiene información sobre tu dispositivo y, por supuesto, tampoco sobre ti. Además, cambia varias veces cada hora para garantizar la máxima protección de tu privacidad", informa la aplicación, desarrollada por la empresa italiana Bending Spoons. "Los teléfonos que se detectan entre sí intercambian sus códigos aleatorios. Cuando estás cerca de otro usuario con Immuni, los dispositivos se intercambian sus códigos a través de Bluetooth Low Energy. De este modo, la aplicación lleva un seguimiento de los contactos, pero no tiene acceso a la identidad de los usuarios ni al lugar de encuentro".
La aplicación desembarcó en junio pero ha cosechado escasos éxitos dado el bajo nivel de volumen de descargas, algo que también le ha sucedido a Francia con su app StopCovid, implementada durante la primera semana del mes de junio. Mientras Italia lamenta las bajas cifras de descargas (poco más de 4 millones desde junio, un 6% de la población), las autoridades francesas han reportado que únicamente el 2% de la población ha accedido a instalarse el soporte en su teléfono móvil.
Según un estudio de la Universidad de Oxford, el umbral de efectividad de una aplicación de rastreo de este tipo debería rondar el 60% para ofrecer resultados concluyentes y el 10% para realizar aproximaciones. Esta diferencia en el criterio choca con otros informes que estiman una efectividad relativa en el rastreo cuando, aproximadamente, el 20% de la ciudadanía emplea estos soportes.
En cualquier caso, las cifras son, todavía, más desalentadoras tras conocer que las autoridades francesas han tenido que iniciar una campaña de promoción después de detectar que, a la semana del lanzamiento, solo 350.000 usuarios se mantenían activos.
Gran Bretaña y Portugal han anunciado, como España, que la implantación de sus respectivas aplicaciones de rastreo se producirá próximamente. Desde el ejecutivo británico advierten de que no se espera su llegada hasta el otoño próximo y que, para entonces, su función, más allá de detectar infecciones e informar al entorno, será la de notificar síntomas, solicitar la realización de pruebas y acceder a información.
El país había iniciado algunas investigaciones relativas a la tecnología de rastreo por móvil, pero las dudas sobre la privacidad de los usuarios y los problemas derivados de las trabas tecnológicas (solo detectaba al 4% de los usuarios de iOS) han terminado con las autoridades británicas anunciando un cambio que integrará los soportes de Google y Apple en su aplicación.
Portugal, a su vez, dio el pistoletazo de salida a su aplicación el pasado 4 de agosto. La plataforma, de nombre Stayaway Covid, registra los niveles de exposición al virus de sus usuarios en los últimos 14 días. El soporte, en fase de desarrollo, todavía no se encuentra disponible en la totalidad del territorio portugués y es inaccesible para los usuarios de iOS.
Por otro lado, Alemania desarrolló durante el pasado mes de junio una aplicación con características similares a las mencionadas anteriormente y las valoraciones sobre la gestión de la pandemia en el país germano han sido muy positivas. La razón principal que explica el éxito de Corona-Warn-App es el enorme volumen de usuarios que la emplean diariamente. Más del 20% de la población alemana ha descargado la aplicación, cuyo código es abierto y gratuito (y del que se están beneficiando otras organizaciones).
Este éxito puede compararse, incluso, con el del caso suizo. El país transalpino fue la primera región europea en desarrollar, implementar y utilizar una aplicación de rastreo. SwissCovid, lanzada el pasado mes de mayo, fue el primer experimento en el viejo continente capaz de rastrear y advertir contagios entre su población. El nivel de desarrollo de la app es tal que ya ha empezado a interoperar con plataformas de otros países con el objetivo de homogeneizar advertencias.
Habrá que esperar hasta el 15 de septiembre para observar si el flujo de usuarios permite a Radar COVID ser una aplicación efectiva que ayude a reducir los niveles de riesgo y exposición al coronavirus.
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