En un mundo en el que el realismo es una de las sensaciones más buscadas, los videojuegos han desplazado ya completamente a los juegos de mesa. Cada año, la tecnología logra avanzar aún más y reflejar con mayor fidelidad el entorno que nos rodea, llegándose a confundir el mundo virtual con la realidad misma. El auge de los juegos online no ha hecho más que profundizar el fenómeno, que se ha vuelto además un hecho social.
No obstante, los jugadores tienen claro que mantenerse en la cresta de la ola de los nuevos lanzamientos es difícil sin invertir dinero periódicamente. Microprocesadores más rápidos y tarjetas gráficas potentes son clave para que puedas sacar el máximo provecho a tus juegos preferidos.
Tarjetas de vídeo a un precio inalcanzable
Como consecuencia de la escasez de microchips, que se explica por la drástica caída en la producción durante la emergencia COVID en los principales países industriales de Asia, el precio del hardware ha aumentado de forma impresionante en los últimos meses. En muchos casos, especialmente en lo que refiere a los microprocesadores más recientes de Intel y AMD o las placas de vídeo de Nvidia, los productos son prácticamente imposibles de conseguir tanto en puestos de venta físicos como online.Otro factor que ha influido seriamente en el incremento de los precios es el uso de GPUs para la industria de las criptomonedas. Las grandes compañías dedicadas a minar Bitcoin se han adueñado de la mayor parte de las tarjetas gráficas con la potencia necesaria para correr los últimos lanzamientos del gaming a una calidad razonable. Una menor producción y una demanda creciente actúan simultáneamente para convertir el proceso de actualizar nuestros ordenadores en toda una odisea.
Y lo que es aún peor, una vez que se restablezca la disponibilidad de productos el precio tardará muchos meses en volver a tener niveles aceptables, si es que eventualmente sucede. Por eso, si no puedes esperar, el mejor recurso para pagar el hardware que necesitas sin dejar tus cuentas en rojo puede ser optar por la financiación externa.
Financiar un ordenador gamer con tarjeta de crédito
Cuando se trata de hacer compras en negocios u online, las tarjetas son uno de los medios de pago más aceptados del mercado. La principal ventaja de las mejores tarjetas de crédito es que no requieren que tengas en tu cuenta todo el dinero necesario para pagar inmediatamente, como sí sucede con las de débito. Esto permite aplazar el golpe a tu bolsillo o amortiguarlo mediante la financiación en cuotas de tu compra, pagando a cambio una cierta tasa de interés.Las entidades bancarias ofrecen todo tipo de paquetes promocionales con tarjetas de crédito, para que puedas encontrar la que mejor se ajusta a tus necesidades. Menores tasas de interés, comisiones más bajas y descuentos en comercios son algunos de los beneficios adicionales que puedes conseguir para ahorrar en la compra de tu nuevo ordenador gamer. Y como se pueden solicitar online, no es necesario que visites una sucursal bancaria, que puede estar lejos de tu casa, o que te comuniques con un operador del banco, basta con completar un formulario y esperar hasta recibir la tarjeta en casa.
Ventajas de las tarjetas de crédito
El punto fuerte de las mejores tarjetas de crédito es que te facilitan acceder a bienes y servicios excepcionales que cuestan bastante por encima de tu nivel de ingresos. Financiar esos pagos en cómodas y accesibles cuotas te permite distribuir el gasto en un periodo más largo, dándote el tiempo de devolver el importe según tus posibilidades.Como el hardware y la electrónica en general se encuentran entre los elementos más caros, es indispensable contar con acceso al crédito en caso de que lo necesites. En este sentido, usar una tarjeta puede ayudarte a compensar la situación actual del mercado de la electrónica y comprar el ordenador gamer de tus sueños. Sin embargo, debes tener en cuenta que el coste de los intereses puede incrementar de forma significativa el coste final, por lo que es esencial que evalúes tus posibilidades de pago para no tener que hacer frente a cargos por demoras e impagos.