Es un curso pequeño, de tan solo cinco sesiones, pero que permite aprender cosas muy importantes. El objetivo es que los maestros recuperemos el enfoque de las competencias al momento de planear nuestras clases y nuestro trabajo docente en general, así como al evaluar de los procesos educativos.
El Plan y los Programas de Estudio vigentes de los tres niveles educativos, plantean un reto obligado para sus correspondientes maestros: favorecer el desarrollo de las competencias, el cual se convierte en una propuesta central que los articula.
Este nuevo enfoque tiene implicaciones pedagógicas para el trabajo cotidiano, y principalmente exige de los maestros un trabajo distinto. Implica, que el maestro tome muy en serio la planeación, partiendo del Plan y Programas 2011, en su apartado de "Competencias" y "Aprendizajes esperados", para que a partir de ahí se diseñen las estrategias o situaciones didácticas que llevarán al alumno al fortalecimiento de las competencias referidas, considerando que una competencia no se desarrolla en una clase, tan solo podemos esperar estimularla un poco (o un mucho). El desarrollo de cada competencia es un proceso largo que puede llevar más de un ciclo escolar, o de un nivel educativo.
Otra implicación que tiene este enfoque es el que se relaciona con las formas de trabajo en el aula. Con la organización del grupo, con el diseño de situaciones didácticas que impliquen un reto para el alumno, que ponga en juego sus aprendizajes previos, con las herramientas de observación de sus avances, con educar para la vida, etc. que contribuyan para que los alumnos no solo tengan un aprendizaje memorístico, sino que puedan desarrollar habilidades, actitudes y valores, y poner en juego información al resolver problemas cada vez más complejos.
Y por último, implica que el maestro evalúe de una manera diferente, donde el examen escrito y estandarizado no es la principal herramienta de evaluación. No es posible que a partir de un examen de este tipo se evalúe el desarrollo de las competencias. Para evaluar estas, tenemos que pensar en instrumentos diferentes, que nos permitan observar no solo los aspectos conceptuales de las competencias, sino que, también los actitudinales y los procedimentales.
Es en este sentido que una buena parte del magisterio nacional ha rechazado al examen ENLACE como un instrumento "determinante" en la evaluación del desempeño educativo de los maestros de Educación Básica. Es una contradicción, a todas luces, con el Plan y Programas de estudio vigentes.
El presente artículo, aparte de ser una invitación a reflexionar sobre nuestra materia de trabajo, pretende también promocionar el curso que les menciono. Si lo ven en algún listado de Cursos de Formación Continua, se los recomiendo ampliamente.
Hasta la próxima.