Estaba pensando en la postergación de lo deseado. Esta procrastinación (hábito de postergar) se debe a que el acto que se demora a un tiempo futuro puede ser estresante, abrumador, desafiante, peligroso, difícil, arriesgado.
Entonces, es tentador suplir esta actividad que genera incomodidad, supeditarla y hasta menospreciarla.
Si la menosprecio y la abandono, la estoy humillando.
Si la humillo, la degrado, la estoy despreciando.
Si la desprecio, la estoy dejando de lado. Miro para otro lado, soy indiferente.
Esa indiferencia a lo que queremos hacer, lo que hace es alejarlo todavía más del presente, de nuestra vida.
Lo tironeamos hacia adelante en el tiempo creyendo que hay un mañana. Sería angustiante pensar que
no lo hubiera, el asunto es que ya lo tomamos como una afirmación y no como una probabilidad.
Esperamos que haya un mañana.
No estoy hablando de grandes proyectos, estoy hablando de pequeñas cosas que se desean. Coser el bajo del pantalón. Andar en bicicleta. Comprar un regalo. Tomar café con una amiga. Leer ese libro. Empezar la dieta. Mandar un correo...
Por ejemplo, hoy quería escribir en el blog, casi lo dejo para mañana con la excusa de trabajar. Pude detectar que el trabao funciona en mí como un excelente motivo para no hacer otras cosas.
Para completar con el círculo vicioso amo mi trabajo, por lo cual se me hace bastante difícil dejar de trabajar.
Ese es el primer paso: Detectar tus excusas.
Reconoce cuáles son tus explicaciones perfectas para no hacer.
Si yo te dijera "Ahora mismo ve y hazlo" ¿cuál sería tu respuesta? ¿Cuál sería tu razón para no hacerlo?
Segundo paso: Pregunta "Importante"
¿Esto que quiero hacer es Importante para mí? ¿Es algo que me haría feliz? ¿Le podría dedicar un poco de tiempo a mi felicidad?
Escribir en mi blog sí es importante para mí. Hay alguien que lo lee y lo puede estar esperando.
Eso me hace feliz.
Tercer paso: Diseño.
¿Cuándo lo hago? ¿Qué recursos necesito?
Tengo todo para hacerlo ahora mismo.
Cuarto paso: Sé feliz.
La felicidad es una elección, puedes elegir ser feliz ahora mismo y todos los días. Aunque sea un ratito.
Y tú, ¿qué estás dejando par mañana?
Fuente: este post proviene de amiklea, donde puedes consultar el contenido original.
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