La pregunta del título de esta entrada me la formuló un lector acostumbrado a leer en digital. Su pregunta fue: "¿para qué pierden tiempo seleccionando una fuente para un libro electrónico si para leerlos puedes seleccionar la que más te gusta?"
Esta fue la pregunta inicial que disparó el tema y seguimos indagando sobre qué relevancia tiene decantarse por una tipografía u otra cuando las plataformas y aplicaciones de lecturas, o cualquier lector de tinta electrónica, ofrecen la opción de cambiar la tipografía original para leer libros digitales. También, para qué elegir una tipografía estilo serif si luego el libro se leerá en una pantalla y las sans serif son tipografías más adecuadas para este tipo de soporte.
Entonces, ¿qué relevancia tiene la elección de la tipografía para un libro digital?
Es cierto que las aplicaciones de lectura para smatphones, ordenador y tabletas, como Kindle, iBooks, 24symbols, Kobo, y lectores de tinta electrónica permiten cambiar la tipografía original de los libros digitales para leer en sus entornos.
Ofrecen tipografías serif y sans serif para elegir con qué tipo de letra se desea leer un libro y solo hay que dirigirse al símbolo Aa (o similar) y seleccionar la que más guste o se adapte a nuestros ojos. Desde esta perspectiva parecería que la elección de la tipografía para un libro digital no tiene sentido, cuando es el lector quien selecciona el tipo de letra con la que prefiere leer.
Aunque tipografía y fuente no son sinónimos, todos comprendemos perfectamente, sin equivocación, a qué nos referimos cuando hablamos de "una tipografía para un libro" o "elegir la tipografía principal de un documento".
Por tanto, - y porque la mayoría de las personas así lo buscan en Internet - utilizaré uno y otro término para referirme a un tipo de letra, de forma indistinta.
Sin embargo, yo creo que sí tiene relevancia la selección a conciencia de una determinada tipografía para un libro; básicamente por estas tres cuestiones:
1. No renunciar a la posibilidad de publicar en otros formatos.
Aunque no esté planeado hacerlo en un futuro inmediato, puede surgir la oportunidad de publicar el libro en otro formato. Si se ha trabajado correctamente el archivo original, tanto en el aspecto técnico como en el estético, con una revisión y algunos ajustes, este mismo archivo sirve para exportarlo o aprovecharlo para otros formatos.
Si dentro de 3 o 6 meses se quiere publicar el libro bajo demanda, ¿qué pasaría? Que habría que hacer el trabajo de nuevo, empezando por seleccionar una fuente para el libro que se desea publicar y desarrollar una maquetación acorde, además de adecuar algunos recursos, como las imágenes, a los requerimientos técnicos de estos formatos.
¿Qué pasaría si alguien te pregunta dónde puede comprar tu libro impreso y tú tienes que decirle "es que solo está en digital"? ¿Te gustaría perder un lector por no ofrecerle la posibilidad de leer tu libro en papel?
Imagina que a ese lector le encanta tu libro y lo recomienda a otros lectores, ¿dejarías pasar una oportunidad así por no tener el libro disponible para imprimirlo bajo demanda?
Por tanto, si quieres hacer bien el trabajo y aprovechar el tiempo hay que elegir con cuidado una tipografía adecuada para la lectura del libro, además de realizar una maquetación profesional y exportar el PDF correcto, el que sirve para imprimir en una impresora digital o offset. Plataformas como Tagus, CreateSpace y Bubok exigen que el libro esté en PDF y tenga determinados parámetros para poder realizar la impresión del libro.
Tanto si eres autor como editor, imagina que te invitan a participar en un congreso o seminario y los organizadores quieren comprar tu libro para regalarlo a los asistentes ¿les dirías "es que solo lo publico en ebook"? Sería perder una gran oportunidad de que te conozcan y una oportunidad de vender tu libro máxime considerando que las ganancias serían todas para ti.
Si no tienes un archivo en condiciones, listo para enviar a imprenta, no habrá tiempo para realizar las impresiones y perderás una coyuntura poco frecuente.
2. El PDF también es un formato digital
Un libro electrónico o digital puede estar disponible, además de en EPUB y MOBI (los formatos más utilizados) también en PDF. El PDF también es un e-book, es decir, un libro electrónico, aunque tiene características diferentes a los otros dos formatos mencionados.
Hay que recordar que el PDF no es "líquido", ni repaginable y no permite la selección de una determinada tipografía para leerlo. Tal como se exporta el archivo original a PDF así lo ve el lector. Si has exportado un archivo con una tipografía legible y un cuerpo adecuado, si has cuidado la elección de la tipografía, la uniformidad de los estilos de párrafos, el correcto uso de negritas y cursivas. Si has cuidado la maquetación de todo el libro el lector te lo agradecerá, siempre. Además, esto redituará en credibilidad y seriedad, tanto para un autor como para una editorial.
Si te has tomado el trabajo de diseñar y maquetar un libro ¿por qué no hacerlo de tal manera que pueda servir para varios soportes?
Si un archivo está bien trabajado - y entiéndase por "bien trabajado" como sinónimo de bien pensado, analizado y ejecutado - puede reutilizarse para otros formatos sin tener que romperse la cabeza ni comenzar prácticamente de cero todo el trabajo.
3. Utilizar diferentes formatos para promocionar el libro
Aunque decidas publicar el archivo solo como libro digital en formato EPUB y/o MOBI, tener un extracto o los primero capítulos en PDF para compartir en las redes sociales de lecturas colabora en la construcción de la presencia online del autor y de la editorial.
Redes sociales de lectura como Sinedit y Liibook permiten compartir, leer y descargar PDFs de los extractos subidos por los autores y las editoriales.
Además, si alguien quiere que le envíes los primeros capítulos del libro por correo electrónico, con seguridad será más fácil hacerlo en PDF que en otro formato.
Imagina que un agente literario o un editor solicitan que le envíes el primer capítulo de tu libro ¿le enviarías un EPUB, un MOBI o un archivo de Word? Piensa, y el sentido común te dirá que lo más adecuado es un PDF...
Guste o no, el PDF continúa siendo el formato digital que más se utiliza para compartir y consumir gran variedad de contenidos (y no pensemos solo en novelas, que la producción de contenidos abarca mucho más que la literatura).
A lo largo de esta entrada insisto en trabajar bien el archivo original para (re)utilizarlo para varios formatos. Pero, ¿cómo trabajar el archivo de un libro para que nos sirva para diferentes soportes?
Esto lo explicaré en otro post, que no quiero aburrirte con demasiados tecnicismos en una sola entrada.
Si tú eres del grupo de los lectores que creían que no es importante la elección de la tipografía para un libro digital. ¿Qué opinión te merecen estos tres puntos que planteo? ¡Tu opinión siempre es bien recibida!
¿Has llegado hasta aquí y quieres más? Date una vuelta por el blog, apúntate a la lista de correo y disfruta de emociones a mansalva si compras alguno de mis libros. Tengo de todo, ficción, libros para escritores y manuales gratuitos.