El marketing tradicional o outbound se conoce por ser más intrusivo y ejercer una mayor presión en el consumidor para que efectúe la compra.
En cambio, en el inbound marketing se centra en que el consumidor se sienta atraído por la empresa de forma natural, gracias al contenido o la información creada en paginas web o plataformas.
De este modo se cree que la lealtad ante una marca aumenta, así como la satisfacción del cliente y, por tanto, las buenas recomendaciones.
Es por ello que el inbound marketing no debe preocuparse tanto de atraer a clientes potenciales, sino de crear material interesante para que sea que el cliente el que se interese por la compañía.
Es un acercamiento menos invasivo hacia los consumidores que el marketing tradicional, y por eso es conocido como “love marketing”.
El primer registro que se tiene de inbound marketing data del año 2005 por el CEO de la empresa Hubspot. Aunque se popularizó con gran rapidez en la industria tras la publicación del libro Inbound marketing: “Get focusded using google, social media and blogs”. Desde entonces son muchas las empresas que han implementado una estrategia inbound en su plan de marketing.
La metodología del inbound marketing consta de cuatro etapas diferenciadas: atraer, convertir, cerrar y deleitar, que dependen de la etapa del proceso de compra en el que se encuentre el cliente.
Etapas del inbound marketing
Atraer visitas
En esta etapa el objetivo es aumentar el número de visitas al blog o a la página web en concreto. Es importante atraer a aquel público que tiene más probabilidades de convertirse en una oportunidad de venta, es decir, a personas que estén interesadas en adquirir el producto o tengan una necesidad similar.
La mejor forma de llamar su atención es creando contenido relevante en el momento adecuado, es decir, ofrecer la información que necesitan en el momento que necesitan.
Las herramientas que se utilizan para lograr atraer son la publicación en blogs, las redes sociales, etc. La estrategia de contenido es crucial para su éxito, saber cuándo y dónde se encuentran las oportunidades de venta.
Convertir visitas en ventas
Una vez se han atraído visitas al sitio web lo siguiente es convertirlas en oportunidades de venta. Para ello, lo más recomendable es manejar la comunicación y la forma en que nos dirigimos a los consumidores, adoptando un tono que se ajuste a ellos, utilizando mensajes, formularios o reuniones que permitan resolver las dudas de los clientes.
Cerrar
El tercer paso consiste en transformar las oportunidades en ventas, es decir, cerrar las ventas. Lo importante en esta etapa es asegurarte de usar las herramientas necesarias para cerrar la venta en el momento adecuado de la forma más fácil, rápida y segura para el público.
Cuando el proceso de compra se hace tedioso o es complicado de entender existe un gran número de clientes perdidos que no continúan con la compra.
Deleitar
Por último, hay que conseguir la mejor experiencia de compra para el consumidor y ayudarlo a satisfacer su necesidad de la mejor forma posible.
Si lo logras, el público seguirá comprando el producto o servicio, además en el largo plazo se llega a generar un vínculo con el cliente y a corto plazo aumenta el número de recomendaciones entre familiares y amigos.
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